Investigadores del Hospital Infantil de Boston (Estados Unidos) han dado un paso revolucionario en el campo de la medicina regenerativa con la creación acelerada de organoides vasculares, redes tridimensionales de microvasos sanguíneos, empleando células madre humanas y herramientas de inteligencia artificial ( IA). El estudio, publicado recientemente en la revista científica ‘Cell Stem Cell’, describe un procedimiento que supera las limitaciones de los métodos anteriores, tradicionalmente lentos y poco eficientes.

Mediante la activación precisa de dos factores de transcripción, ETV2 y NKX3.1, los científicos lograron inducir simultáneamente la formación de células endoteliales y células murales, los dos tipos celulares clave para construir vasos sanguíneos funcionales. Este avance permite que los vasos sanguíneos generados se autoensamblen de manera eficiente y, al ser implantados, se integren con la red vascular del organismo huésped.

Una de las principales innovaciones de este enfoque es el control total e independiente sobre los tipos celulares implicados, algo que no se había conseguido hasta ahora. Esto no solo mejora la rapidez del proceso, sino que proporciona una nueva herramienta poderosa para el modelado de redes vasculares, la ingeniería de tejidos y el desarrollo de terapias regenerativas.

Los vasos sanguíneos son estructuras críticas para el funcionamiento de los tejidos, ya que permiten el transporte de oxígeno y nutrientes, además de regular funciones esenciales como la hemostasia y la respuesta inflamatoria. Poder recrearlos en laboratorio con precisión y eficiencia representa una solución clave tanto para la investigación biomédica como para el tratamiento de enfermedades degenerativas o lesiones graves.

Este avance posiciona al equipo de Boston a la vanguardia de la biotecnología médica y marca un hito en el camino hacia órganos artificiales y terapias regenerativas más efectivas y personalizadas.