El 5 de mayo es el Día Mundial del Cáncer de Vejiga, el décimo tumor más diagnosticado en el mundo, motivo por el cual la Alianza de las farmacéuticas Merck-Pfizer ha impulsado la encuesta “Pongamos el cáncer de vejiga en el mapa” sobre lo que saben de este tumor los ciudadanos en España. Esta encuesta revela que 22.000 personas lo sufrirán según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

A nivel nacional, el cáncer de vejiga es el quinto más diagnosticado y el tercero en hombres, por detrás del de próstata y pulmón, siendo el perfil del paciente medio un varón, de entre 55 y 70 años.

Desconocimiento de la ciudadanía

Como muestra la encuesta de Merck y Pfizer realizada en España a más de 2.000 ciudadanos de entre 18 y 65 años, el cáncer de vejiga es un gran desconocido para la población

Y es que solo un diez por ciento de los encuestados señala al cáncer de vejiga como uno de los más comunes y el 46 % nunca ha oído hablar de él. Un 87 %, es decir, nueve de cada diez entrevistados, considera que no posee información suficiente sobre este tumor y a siete de cada diez les gustaría conocer más sobre él.

Sólo cuatro de cada diez entrevistados indican que el tabaquismo es un gran culpable, mientras que más del 85% no sabe cuáles son sus síntomas. En este sentido, un gran porcentaje de los encuestados señalan los antecedentes familiares, el alcohol y la edad como sus desencadenantes principales.

Un tumor con poca publicidad

Estos datos muestran una falta de concienciación de este tumor en España, donde los titulares se los llevan los cuatro grandes, el cáncer de colon, el de mama, el de pulmón y el de próstata pero el de vejiga, que es el más frecuente del tracto genitourinario, desafortunadamente no tiene tanta publicidad.

Y es que es fundamental tener cuanta más información mejor como, por ejemplo, que una persona que fuma tiene aproximadamente tres veces más posibilidades de padecer un cáncer de vejiga que una persona que no tiene el hábito tabáquico.

Síntomas del cáncer de vejiga

La mayoría de personas que desarrollan este tumor, se curan, ya que afortunadamente suele asomar pronto. Al estar en la parte interior de la vejiga, en cuanto crece un poco, sangra y una sola gota de sangre tiñe toda la orina. El paciente suele acudir al médico enseguida y se consigue hacer un diagnóstico precoz.

Hace años este cáncer se consideraba como el “tumor de las peluqueras” porque las lacas que se usaban tenían carcinógenos que lo provocaban y llegaba a ser peligroso para las profesionales que trabajaban en las peluquerías y que lo estaban inhalando.

Este cáncer se puede manifestar además con síntomas del tracto urinario bajo: como una necesidad urgente de hacer pis pero luego se hace poco y también sensación de escozor al orinar de forma reiterada.

Cuando existen varias infecciones que no terminan de curarse, muchos pacientes son diagnosticados con este cáncer, ya que invita a sospechar que hay algo debajo que está favoreciendo el desarrollo de estas infecciones.

Otros síntomas que aparecen cuando el tumor avanza son por ejemplo el dolor lumbar o en la pelvis, o también directamente bultos en la zona de las ingles, que son los ganglios asociados. Del mismo modo puede darse cansancio y pérdida de peso y del apetito.

Armas contra el cáncer de vejiga

Entre los tratamientos disponibles para acabar con el cáncer de vejiga está la cirugía. Pero, desafortunadamente, hay veces que el tumor sí penetra dentro del grosor de la vejiga y es cuando hay que extirpar el órgano en la mayoría de los casos y, en ocasiones, se acompaña también de radioterapia.

La fase metastásica

Si el tumor se encuentra en una fase metastásica, la posibilidad de curación “es muy rara o poco frecuente”, pero existen nuevas estrategias de tratamiento que están impactando no solo para que estos pacientes vivan más, sino que vivan mejor.

Junto a la clásica quimioterapia, se añade también la inmunoterapia y ahora, además, dos nuevas estrategias de tratamiento que son los anticuerpos conjugados a fármacos.

Estos actúan como una especie de caballo de Troya en el sentido de que es un anticuerpo que, por un lado, se une a la célula tumoral y, por otro, lleva consigo asociado una quimioterapia, con lo cual se une a la célula, la engaña, introduce el anticuerpo dentro y, entonces, es ahí donde libera esa quimioterapia. Dan en ese sentido mayor supervivencia a los pacientes, mayor calidad de vida y sobre todo mayor control de la enfermedad.

La medicina de precisión es la gran esperanza

La medicina de precisión analiza las mutaciones o las alteraciones genómicas de cada tumor, sobre las que se puede hacer diana con fármacos, en forma de pastillas

En Estados Unidos ya está aprobado este tratamiento y en Europa se está esperando a los resultados de la fase III de los ensayos, en los que se está comparando estas nuevas pastillas con la quimio y la inmunoterapia que se suele administrar en los pacientes con cáncer de vejiga.

En este sentido, dentro de un mes, el Congreso de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), presentarán nuevos datos al respecto.