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ESTUVO 15 MINUTOS BAJO EL AGUA

Logran revertir el daño cerebral en una niña de dos años ahogada en una piscina

La pequeña Eden Carlson ha recuperado el habla y la mayor parte de sus funciones motoras y neurológicas después de un tratamiento con oxígeno a distintas presiones.

Esta es Eden Carlson, de dos años de edad, después del tratamiento

Esta es Eden Carlson, de dos años de edad, después del tratamiento Eden Carlson Miracles/YouTube

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Eden Carlson, de dos años de edad, se cayó a la piscina mientras su madre se duchaba. La niña permaneció bajo el agua 15 minutos y sufrió un paro cardíaco antes de que su progenitora la encontrase. Aunque la mujer intentó reanimarla, solo los médicos del Centro Médico Regional de Washington en Fayetteville lograron devolverla a la vida dos horas después.

El desafortunado acontecimiento, sucedido el pasado año, es el objeto de un estudio científico publicado esta semana en ‘Medical gas research’, donde un equipo de investigadores explican los detalles del caso. Los autores son los responsables de que el cerebro de Eden se haya recuperado casi completamente del daño cerebral sufrido durante el tiempo que pasó sin oxígeno: no podía hablar ni caminar.

Los científicos, de las universidades Estatal de Luisiana y de Dakota del Norte, administraron a la pequeña dos tratamientos con oxígeno: uno de oxigenoterapia normobárica seguido de otro en cámara hiperbárica (presurizada). Estas terapias provocan un aumento de la concentración de oxígeno en la sangre del paciente, llegando en ocasiones a reestablecer los niveles normales y reparar los tejidos dañados.

Después de 162 días de tratamiento, las imágenes de resonancia magnética del cerebro de Eden mostraron que todavía presentaba daños cerebrales residuales, pero se había recuperado casi totalmente de la atrofia cortical y de materia blanca. La niña podía hablar casi con normalidad, reír y había recuperado gran parte de sus funciones motoras.

“El sorprendente recrecimiento del tejido en este caso se produjo porque fuimos capaces de intervenir pronto en un niño en crecimiento, antes de que se produjese la degeneración de tejido a largo plazo”, ha explicado Paul Harch, miembro del equipo. Sin embargo, estos expertos no entienden cómo se ha producido exactamente la sorprendente recuperación, ni pueden afirmar que la aplicación consecutiva de ambos tratamientos tenga siempre tan esperanzadores resultados.

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