En el Aula Magna del Ilustre Colegio de Médicos de Madrid se han vivido asambleas intensas de la sanidad pública madrileña. Elena Sevillano, periodista ‘El País’ ha seguido muy de cerca las conocidas como mareas blancas madrileñas, que se oponen a un plan del Gobierno regional que incluye varias medidas de ahorro, pero “su punto más controvertido es la privatización de la gestión de 6 hospitales y 27 centros de salud”, comenta.

La periodista aclara que “privatizar es cuando una administración tiene un hospital público y decide ceder su gestión a una empresa privada. La Administración hace unos pliegos con las condiciones que quiere, las empresas se presentan y compiten entre ellas, intentando ofrecer el menor precio”. A ese hospital no deja de llegar dinero público porque la financiación sigue siendo pública “no puede ser de otra manera”.

No hay una sola manera de hacer privatización. Hay dos: el modelo británico, donde “una empresa construye un hospital, lo dota, lo equipa y contrata al equipo no sanitario, el sanitario lo pone la Administración”.  Y el modelo Alzira que “va más allá y provee todo”, el equipo sanitario y no sanitario “le da todo a la Administración”.

Los 6 hospitales de Madrid que se quieren privatizar son del modelo británico. “Proceden de una promesa electoral de Esperanza Aguirre”, comenta. Sólo quedaba privatizar al personal sanitario “que es lo que se va a hacer ahora y ha provocado esta contestación”

En cuanto al futuro de los profesionales “depende si tiene plaza fija o son eventuales o interinos que son los que despedirán o redistribuidos”, asegura.

Sin embargo, la privatización “no afecta a todos los hospitales de la Comunidad”. Los hospitales tradicionales que había antes de Esperanza Aguirre “siguen siendo enteramente públicos”. Se tiende a privatizar el hospital más sencillo porque “son más fácil de cuestionar”.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid no habla de privatizar sino “externalizar la gestión”. La razón es el “ahorro”, teóricamente porque “no se ha demostrado”.

El Gobierno regional ve que “estos hospitales cuestan 600 euros por persona y año y con el nuevo sistema pasan a 441 euros”. Es el único dato “pero no nos ha parecido suficiente y queremos saber que estudios económicos hay detrás de estas cifras”.

La privatización existe en otras comunidades autónomas, como la valenciana que empezó con el modelo Alzira con 5 hospitales, o Castilla– La Mancha que ha anunciado que va a comenzar con la privatización como Madrid pero con 4 hospitales.

Un negocio como la sanidad pública “es apetecible para empresas privadas porque es un negocio seguro ¿qué administración dejaría caer un hospital?”.

No se puede demonizar a la sanidad privada porque “puede complementar perfectamente a la pública siempre que haya transparencia en los datos y control por parte de la Administración”, declara Elena Sevillano.