Este verano se ha hablado mucho de Sánchez Gordillo, el sindicalista del sindicato andaluz de trabajadores, que entró en un supermercado con algunos compañeros y se llevó comida para repartirla entre las familias más necesitadas. “Las normas están para cumplirlas y no se puede hacer de Robin Hood, comete un delito”, explica Pedro Núñez Morgádez, ex delegado del Gobierno en Madrid.

Jordi compara la desobediencia de Sánchez Gordillo con un indulto a un ex alcalde del PP con 12 delitos de corrupción urbanística. Núñez, quiere pasar a otra pregunta.  “Los políticos tenemos que ser ejemplares”, declara.

Una persona que alega motivos de conciencia para infringir una ley “tiene que ser refrendada por el poder”, asegura. Évole recuerda que Rajoy defendió la objeción de conciencia frente a la asignatura Educación para la Ciudadanía, aquí “es una manera lícita de oponerse y puede ser aceptada o no”, concluye Núñez Morgádez.