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SI UNA CANCIÓN DEFINE A ARETHA, ESA ES RESPECT

Aretha Franklin, la reina del soul que quiso librarse del machismo gracias a su himno Respect

Es casi imposible definir con una canción a Aretha Franklin, pero si debemos elegir una es esta: Respect. Quizás el himno que poco a poco la separó del machismo y el yugo de su marido.

-Aretha Franklin

Aretha FranklinGetty Images

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Aretha nació en Memphis pero se crió en Detroit. Toda su vida quiso que la música le diera la libertad. Ser mujer no era fácil. Ser mujer y de color, lo hacía aún más complicado. Su madre la abandonó a ella y a sus hermanas. Tocaba el piano con tan solo ocho años, pero se apartó de sus clases, porque la partitura no le dejaba ser libre.

Hija de un reverendo, el góspel marcó su vida musical desde la infancia. Su casa paterna era un lugar que visitaban muchos de los activistas de los derechos civiles de la época. Su padre, que la quiso convertir en niña prodigio, también organizaba verdaderas orgías que el mismísimo Ray Charles llamó circo del sexo. A los quince años, Aretha ya era madre soltera.

En los primeros años de su carrera musical, ya en Nueva York, los productores de sus primeros discos sabían que era un portento de la naturaleza, pero el control de su marido Ted White, proxeneta, ahora esposo y mánager, y el de la industria la hacían cantar música más cercana a la audiencia blanca que a la de su raza.

Todo sucedió con un cambio radical en su estilo, en sus canciones, y alejándose de su discográfica Columbia. Al finalizar su contrato en 1966, fichó por Atlantic. Lo demás es historia.

Jerry Wexler, su nuevo productor le dio la libertad que nunca tuvo, eso y una canción: I never love a man (The way I love you). El tema llegó al top 10 de las listas.

Mientras grababa su primer disco con el nuevo sello, su marido se peleó con el trompetista en las sesiones de grabación. Decía que el músico tonteaba con Aretha. Era su esposo el que lo controlaba todo. Mujer, negra, a finales de los años sesenta, en EE.UU. No importaba que se estuviera fraguando la reina del soul. Tenía esposo.

No importaba que ella ganara más dinero que su marido. No importaba que se dejara la piel cada vez que se subía a un escenario o que sus temas, poco a poco, escalaran en las listas de éxito. Tenía marido.

Entonces llegó la grabación de la canción que, quizás, defina más a Aretha Franklin: Respect. Su gran canción que muchos recordamos visualmente en la loca película Blues Brothers 2000, sin embargo, detrás hay otra historia.

 

Respect se puede cantar como himno de liberación de la mujer o como himno que exige libertad para de toda una comunidad, la negra, oprimida y sin derechos civiles.

Originalmente era un tema de Otis Redding con cambios y acordes de otra canción de Sam and Dave (When something is wrong with my baby), pero Aretha y su hermana Caroline hicieron, bajo la batuta de su productor, los suficientes arreglos para casi apropiársela. Oírla hoy es rememorar a Aretha.

Su estribillo exige respecto, de manera que demanda que respeten a la mujer que canta, pero también tuvo una fuerte connotación sexual, según apunta la biografía de Wexler. Solo hay que escuchar los coros de Aretha y Caroline cuando cantan: Sock it to me.

Pocas dudas quedan de que cuando la reina del soul gritaba respeto, era un grito contra el poder que ejercía sobre ella su marido.

Ya en 1969, Aretha Franklin se divorció de su esposo, Teddy White. Su libertad le permitió también componer todos los temas de Spirit in the dark, su álbum más autobiográfico.

Así se explica, en parte, en el libro ‘Mujeres del rock. Su historia’, cuyo capítulo sobre Aretha Franklin se titula: Respeto, llega la reina del soul.

Respeto. Respeto. Hoy, 16 de agosto ha muerto Aretha. Adiós lady soul.

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