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LUCHA LIBRE Y HOMOSEXUALIDAD

Los luchadores homosexuales que combaten el machismo en México

En la lucha libre mexicana, se llama ‘exóticos’ a aquellos luchadores que optan por una apariencia ‘queer’ a la hora de subir al cuadrilátero y enfrentarse a su rival. La lucha libre es una representación de la eterna pugna entre el bien y el mal, lo que sobre el ring suele traducirse en un combate entre héroes y villanos, o, en definitiva, en la lucha de un elemento contra su opuesto. Eso permitió que sobre el ring, al contrario que en otros deportes, surgiera un espacio para el contrario del macho: el ‘exótico’.

-Cassandro, en un cuadrilátero de lucha libre

Cassandro, en un cuadrilátero de lucha libreTwitter, perfil de @cassadrolucha

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México es uno de los países más homófobos del mundo. Concretamente, el segundo. Solo Brasil lo supera. En 2007, la Cámara de los Diputados reveló que entre 1995 y 2013 se registraron cerca de mil asesinatos homófobos. La mayoría, contra hombres gais. También es un motivo de despido frecuente. Ni siquiera los jóvenes mexicanos parecen demasiado abiertos al respecto: según una encuesta de 2007, un 71% no está a favor de que se reconozca la igualdad de derechos para la comunidad LGTB.

En México, sin embargo, existe un espacio donde los homosexuales pueden devolver los golpes: la lucha libre. Al igual que en resto de países, la homosexualidad es un tabú en el mundo del deporte, pero el combate de estereotipos que la dicotomía del 'wrestling' despliega sobre el cuadrilátero ha permitido que muchos luchadores elijan un personaje tipo ‘queer’ para presentarse al público y ganarse su complicidad. Con el tiempo, también han conquistado su favor. Son los ‘exóticos’.

‘Gardenia’ Davis y lo ‘queer’ como espectáculo

Los primeros ‘exóticos’ mexicanos surgieron en los años 40. En esa misma época, personajes igualmente ‘queer’ como los interpretados por Fred Barnes o Noel Coward triunfaban en los teatros, donde generalmente desempañaban un papel cómico y cumplían la sola misión de divertir al público con sus atrevidas bromas y gestos amanerados. Lo mismo pasó en la lucha libre mexicana.

El luchador Sterling Davis (más conocido como ‘Gardenia’ Davis) fue pionero en el género de los ‘exóticos'. Llegado de Texas, Davis se ganó su apodo porque antes de subir al ring regalaba gardenias a las damas presentes entre el respetable. Solía, además, hacer su entrada vistiendo una bata de peluche blanco y acompañado de un valet que lo peinaba y lo perfumaba.

Era de lo más afeminado, lo que le convertía en el blanco de toda clase de insultos y burlas. No obstante, cada vez que su rival le despeinaba el cabello, y a pesar de que su acompañante se apresuraba a retocárselo, ‘Gardenia’ se ponía hecho una furia y no se andaba con remilgos a la hora de repartir golpes.

Otros ‘exóticos’ que continuaron los pasos de ‘Gardenia’ Davis fueron: ‘El Bello Califa’, que acudía también a los combates acompañado de un valet que lo peinaba y perfumaba; ‘Lalo El Exótico’, que se procuraba los mismos cuidados; o ‘Adorable Rubí’, que vestía una capa rosa y repartía flores entre los galanes del público.

Rudy Reina y la conquista del ring

Hasta los años 80, sin embargo, todos estos ‘exóticos’ no perdían la ocasión de aclarar de que sus personajes sólo eran eso, personajes para entretener al público. Una fantasía, en fin, que nada tenía que ver con su vida real, donde, querían dejar claro, eran tan machos como sus rivales.

 

El primero en mostrarse abiertamente gay dentro y fuera del ring fue Rudy Reyna, un luchador de Monterrey que se metió al público en el bolsillo sin necesidad de disimular su vida privada. Conocido también como “La mamá de los exóticos”, Rudy allanó el camino a toda una ola de exóticos homosexuales: Pimpinela Escarlata, May Flowers o el famoso Cassandro, el mejor de todos ellos, se unieron al bando rosa siguiendo sus pasos. Ya no había nada que ocultar: los “queers" sabían cómo pelear y podían hacerlo mejor que los machos.

Hoy en día, la llegada de un luchador exótico al cuadrilátero sigue estando acompañada de estereotipos. Por ejemplo, de canciones como 'Pelo suelto', de Gloria Trevi, cuando no de silbidos e insultos. Pero no hay que desdeñar su papel en la sociedad mexicana: con sus perfumes y sus flores, los exóticos desafían el ideal masculino y muchos jóvenes homosexuales han reconocido que empezaron a aceptar su sexualidad después de ver a un exótico derrotar a su oponente.

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