La muerte de 21 caballos pone en jaque a la hípica

Desde el pasado 5 de marzo, ha cancelado sus carreras de caballos de manera indefinida. El motivo ha sido la muerte de 21 caballos de pura sangre en solo dos meses, desde el pasado 26 de diciembre, cuando comenzó la temporada de invierno.

Tras correr en Santa Anita Park, los animales sufren importantes daños. El último de ellos, de cuatro años, fue eutanasiado tras sufrir una grave lesión en sus patas delanteras.

Hay quien apunta a que las condiciones climatológicas, con un invierno más frío y húmedo de lo habitual, han sido clave en la muerte de los caballos. En los últimos meses ha llovido con fuerza sobre las pistas.

Otros consideran esa hipótesis improbable, y señalan la posibilidad de que en las distintas pistas de Santa Anita Park pueda haber algún elemento tóxico que, por el momento, aún no ha sido detectado.

Hay quien cree que podría haber algo más. Algunos especulan con la posibilidad de que los dueños de los caballos los están medicando irregularmente para esconder determinadas lesiones ante los controles veterinarios que pasan los caballos.

Los responsables del hipódromo han anunciado una investigación para determinar las causas de las muertes. Aseguran que “la seguridad, la salud y el bienestar de los caballos y jinetes es nuestra principal prioridad”

Los defensores de los derechos de los animales denuncian la crueldad de este deporte. Aseguran que el maltrato es sistemático, y que el número de muertes de caballos es inaceptable.

Casos como el ocurrido este año no son una excepción: sólo en Santa Anita, en la temporada anterior fallecieron o fueron sacrificados 20 caballos.