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Los 'wearables' del mañana podrían alimentarse de tu calor corporal

Un grupo de investigadores ha conseguido crear un parche de apenas un centímetro cuadrado que, colocado en el bíceps, es capaz de generar electricidad a partir de la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el aire que le rodea.

Los 'wearables' del mañana podrían alimentarse de tu calor corporal

Los 'wearables' del mañana podrían alimentarse de tu calor corporal ncsu.edu

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Cuántas veces hemos regresado a casa antes de lo esperado en busca de un enchufe en el que cargar nuestro teléfono móvil para seguir con aquella conversación que dejamos a medias en WhatsApp o para ver cuántos 'Me gusta' ha cosechado la última publicación que hicimos en Facebook. Sí, existe la opción de ir con una batería alternativa con la que evitar que nuestro smartphone acabe sucumbiendo, pero salvo que lleves un pequeño bolso o una mochila, no son cómodas de llevar.

Para evitar que esto ocurra, ya hay quien piensa en que sea nuestro cuerpo el encargado de generar la energía que recargue la batería de los dispositivos.

En multitud de ocasiones se ha puesto de manifiesto lo útil y eficaz que sería disponer de una tecnología capaz de aprovechar la energía que produce nuestro organismo conduciéndola a nuestros móviles. Pues bien, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte ha conseguido dar un importante paso en este sentido. Han logrado crear un parche, de apenas un centímetro cuadrado y dos milímetros de grosor que, colocado en el bíceps de cualquier persona, será capaz de generar hasta 20 microvatios.

A priori, podríamos pensar que se trata de una cantidad de energía ridícula, pero en comparación con los dispositivos que se habían creado hasta la fecha la diferencia es notable. Tanto es así que esta tecnología ha superado a los ya existentes generadores termoeléctricos (TEG), aunque imita su técnica. Lo que hace es generar electricidad a partir de la diferencia de temperatura que existe entre el cuerpo humano y el aire que le rodea.

Para desarrollar su tecnología, los investigadores de la NC State se marcaron dos premisas. Por un lado, uno de sus objetivos era que se perdiera la menor cantidad posible de la energía generada. De ahí que hayan decidido crear un parche que, con una capa de un material conductor térmico, se adhiere directamente a la piel. Además, está recubierto de polímero que evita que el calor se disipe y se pierda. De esta forma, el calor corporal se concentra en un punto y así todo pasa por el generador termoeléctrico.

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Todo ello, en un adhesivo más pequeño que una tirita de apenas dos milímetros de grosor. Así fue, además, como lograron alcanzar la segunda meta que se propusieron: crear una tecnología que no fuera incómoda para que las personas pudieran llevarla e incorporarla en su día a día. Con este propósito, crearon un dispositivo flexible y liviano capaz de generar la energía necesaria para distintos dispositivos móviles que requieran pocos vatios.

Así, su propósito actual, obviamente, no es que podamos recargar nuestro smartphone, ni siquiera nuestro reloj inteligente. Con este proyecto pretenden generar la energía necesaria para que la batería de distintos 'wearables' de salud que muchos pacientes llevan siempre con ellos no se descargue y estos no provoquen ningún percance. “El objetivo es desarrollar tecnologías 'wearables' que se puedan usar para monitorizar la salud a largo plazo, como puedan ser dispositivos que controlan la salud cardíaca o monitorizan las variables físicas y del entorno para predecir y prevenir ataques de asma”, explica el doctor Daryoosh Vashaee, del departamento de Electricidad e Informática de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

No obstante, como advierte el propio Vashaee, el parche podría hacerse más grande para que así pudiera retener más cantidad de calor y, por lo tanto, producir más energía. En sus experimentos han podido comprobar que estos generadores termoeléctricos son capaces de generar hasta 6 microvatios en condiciones normales y por encima de los 16 microvatios por cada 2 centímetros cuadrados cuando se realiza ejercicio.

Además, que hayan decidido el bíceps como el lugar para usar este parche no es algo aleatorio. Los investigadores de la NC State probaron distintas partes donde poder colocarlo y así pudieron comprobar que el brazo era la mejor ubicación. Aunque la temperatura alrededor de la muñeca es mayor observaron que su forma irregular podía dificultar la colocación del brazalete y limitar el contacto del parche con la piel. También probaron a situarlo en el pecho, pero algunas prendas de vestir tapando el torso dificultaban el cometido del generador. Eso sí, al situarlo en la propia camiseta también lograron buenos resultados.

Se trata en cualquier caso de un importante avance en el propósito de sacar partido a la energía que nuestro propio organismo genera. Con este generador termoeléctrico, aquellos pacientes que dependan de un dispositivo que vele por su salud no tendrán que estar preocupados de si la batería está cargada o puede dejarles en la estacada en algún momento. Sin embargo, y aunque vamos en la dirección acertada, aún queda un largo camino por recorrer.

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