EL GRAN HERMANO EN LA COCINA Y EL SALÓN
Tus próximas televisiones y neveras inteligentes podrían ser gratis (si pagas con tu privacidad)
Igual que Facebook o Google son gratis (porque ganan dinero con la publicidad) y los Kindle de Amazon se venden muy baratos (porque el negocio está en los libros que descargas), en los productos de la internet de las cosas encontraremos modelos de negocios a los que neveras y televisores, entre otros electrodomésticos, todavía no nos tienen acostumbrados.

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Los fabricantes de electrodomésticos van camino de convertirse en desarrolladores de 'hardware'. Muchas de las empresas que venden neveras y televisores hoy en día (Samsung, LG, Sony...) ya tienen otro pie en la electrónica, comercializando móviles, tabletas y 'wearables' dentro del ecosistema Android. Sin embargo, los próximos años serán decisivos para la transformación de estos gigantes al calor de la llamada internet de las cosas.
Todos sus productos llevarán pantallas, chips y se conectarán a internet. Todos serán dispositivos 'inteligentes' con usuarios en vez de compradores, con perfiles y contraseñas para todo, con funciones sociales más o menos avanzadas. El frigorífico tendrá utilidad más allá de conservar los alimentos y el televisor sabrá qué series y programas son tus favoritos y podrá recomendarte otros en base a tus preferencias.
Como parte de esa predecible transición, más allá de nuevas funciones que nos harán la vida más fácil, es de esperar que surjan modelos de negocio para los productos de la 'smart home' que ya están más que probados en la industria tecnológica. Más allá de las ventas de dispositivos, publicidad y datos son las principales fuentes de ingresos de los gigantes de internet y podrían ser pronto, si despega la internet de las cosas, también las de las marcas de electrodomésticos.
¿Por qué las impresoras son (relativamente) baratas? Porque luego hacen caja vendiéndote cartuchos. ¿Por qué los Kindle (la mayoría de ellos al menos) son tan económicos? Porque Amazon gana dinero vendiendo libros. ¿Por qué no pagas por usar Google o Android? Porque su negocio está en los anuncios. ¿Por Facebook qué no cobra suscripción? Porque las empresas están dispuestas a pagar por el acceso a tus datos personales, que sirven para definir al milímetro los objetivos de sus campañas.
Ahora imagina esto aplicado a tu nevera. ¿Por qué iban a regalártela, a subvencionar parte de su precio o a vendértela a pérdidas? Porque gracias a este caballo de Troya con acceso a internet que se meterá hasta tu cocina sabrán exactamente lo que comes y cuándo necesitas comprarlo. Una vía directa a tu consumo para las marcas de alimentación.
La cuestión es que la puerta de tu frigorífico es la puerta a muchas de tus decisiones de compra, sobre todo cuando el armatoste se parece al que Samsung presentó en la pasada edición del CES de Las Vegas: con cámaras en su interior para saber lo que falta y acceso a internet para comprarlo a través de Amazon.
Ahora imagina que la propia Amazon -por ejemplo- te vende el frigorífico a buen precio pero cobra a las marcas de tomate por recomendarte sus productos. Aunque seas muy de Ketchup Paco, podrían convencerte para que pruebes el nuevo y exquisito Catsup Pepe. ¿Ketchup o Catsup? No serás el primero que se enfrente a esa difícil decisión, pero habrás aceptado convertirte en el producto que Amazon (u otros) venden a sus verdaderos clientes. Dicho de otra forma, te habrás vendido a cambio de una nueva y futurista nevera.
También la publicidad, solo que de otra forma, podría ser el atractivo que los fabricantes de tecnología encuentren para regalarte los televisores o vendértelos a un precio más que razonable. Ya estamos viendo como Samsung o LG añaden una capa adicional de anuncios a algunos de sus televisores inteligentes.
Lo preocupante es que estos vídeos, a diferencia de los que se ven en las pausas publicitarias de las cadenas, podrán mostrarse de forma personalizada. ¿Y eso qué quiere decir? Que el pobre televisor tendrá que hacer de Gran Hermano, ver y oír lo que sucede en tu salón, para saber lo máximo posible sobre ti y enseñarte los productos adecuados. Una nueva amenaza a tu privacidad, y ya estamos perdiendo la cuenta.
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