CADA VEZ MÁS BARATOS
El boom de las televisiones 4K: se disparan en ventas al bajar hasta los 400 euros
Si en los últimos tiempos has estado tentado de cambiar de televisor seguro que te has planteado si merecía la pena hacerse con un 4K. Y, quizá como tú, muchos se han decantado por las pantallas de Ultra Alta Definición (UHD).

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Suele ocurrir: ya sea culpa de la dichosa obsolescencia programada, de alguna trastada de los pequeños de la casa o de un traspié de los adultos, lo cierto es que nuestros televisores pueden romperse en el momento menos esperado. Es entonces cuando surge la cuestión: echamos un vistazo al bolsillo, pensamos que se trata de una inversión a largo plazo y uno se lanza a adentrarse en los vericuetos del mercado en busca de una televisión que se ajuste lo que buscamos.
Pues bien, según los últimos datos, al encontrarse ante este escenario son muchos los compradores que no tienen dudas y se decantan por los televisores 4K.
Los datos reflejan que son cada vez más los que apuestan por la tecnología más puntera en cuanto a pantallas domésticas. Según los estudios de algunos fabricantes, el tamaño y la calidad son los dos factores clave que tenemos en cuenta los compradores a la hora de decantarnos por uno u otro modelo. Por todo ello, la venta de teles con tecnología Ultra Alta Definición (UHD o 4K) creció en España el pasado año un 350%. Las razones que explican este incremento son sumamente variadas, pero la tendencia parece ser al alza.
En primer lugar, influye el precio. Hace no mucho cuando paseábamos por la sección de televisiones de un centro comercial era recomendable evitar ver el precio de este tipo de productos para eludir sobresaltos. Ahora podemos atrevernos sin vacilar: los precios de este tipo de pantallas han descendido notablemente y ya podemos encontrar televisores 4K en la horquilla de 250 a 500 euros.
Bien es cierto que los modelos más innovadores aún se pueden ir de presupuesto, como los de gama alta de Samsung (conocidos como SHUD, para diferenciar sus mejoras en cuanto a brillo y color), que se sitúan entre los 2.000 y los 20.000 euros. Pero existe una amplia variedad que se ajusta a muchos más presupuestos.
Pero empecemos por el principio. Si nos embarcamos en el intrincado proceso de comprar un televisor, cuando consultemos a los empleados de la sección nos hablarán de distintas opciones en cuanto a la resolución. Nos informarán del HD Ready, del Full HD y, por supuesto, del 4K.
Mientras las primeras cuentan con 1280x720 píxeles, los televisores de la segunda categoría le superan con 1920×1080 píxeles. Por su parte, las pantallas de Ultra Alta Definición se imponen con creces a esas cifras, ya que tienen una resolución mínima de 3840x2160 píxeles. Además, seguro que nos comentan que la profundidad de color en el 4K puede llegar a los 12 bits de color, frente a los 10 que son comunes en su antecesor, el Full HD.
Pero más allá de las especificaciones técnicas, uno de las grandes incógnitas que presentan estos avances en cuanto a la imagen de nuestros televisores es si existirá o no contenido adaptado a ellas. No obstante, el caso del 4K parece que será distinto a lo que ocurrió con el High Definition: los fabricantes se apresuraron a conquistar el mercado con sus modernos dispositivos sin esperar a que el sector de los contenidos estuviera preparado para rodar y distribuir a la calidad que podían soportar estas pantallas.
Sin embargo, esto no ha ocurrido con la tecnología UHD, pues ya se están utilizando cámaras y recursos audiovisuales adaptados a la resolución de estos televisores. De hecho, compañías como Netflix o Amazon ya ofrecen a sus clientes contenidos adaptados a estos formatos.
Por ello, a tenor de las previsiones que baraja Samsung, uno de cada dos televisores que se vendan en nuestro país en 2016 incorporará la tecnología Ultra Alta Definición (UHD o 4K) y, de todos ellos, más de la mitad tendrán unas dimensiones superiores a las 55 pulgadas. Ahí es nada. La tendencia, según un estudio reciente de Strategy Analytics, será igual tanto en Estados Unidos como en el resto del Viejo Continente.
El informe de esta firma vaticina que en 2020 casi el 50% de los hogares norteamericanos contarán con al menos un televisor 4K. Para entonces, todos los televisores que se vendan en territorio estadounidense de 40 o más pulgadas incorporarán esta tecnología. Uno de los grandes beneficiados en este escenario será China, ya que marcas como Hisense, TCL o Skyworth acapararán para entonces la mayor parte del mercado, ampliando la ventaja que ya atesoran a día de hoy.
Tanto en el apartado tecnológico como en lo que a contenidos se refiere, el mercado parece estar ya preparado para las televisión de Ultra Alta Definición o 4K: de ahí que el ritmo de ventas se haya incrementado en los últimos meses. Y es que, dispuestos a realizar una inversión, resulta más atractivo apostar por aquello que mejor se vaya a adaptar a todo lo que aún está por llegar.
En cualquier caso, llegará el momento en que la obsolescencia programada, alguna trastada de los niños o uno de nuestros habituales traspiés acaben con la televisión por los suelos. De eso sí que no cabe la menor duda.
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