La investigación de Hart y de Cohle les conduce a un rancho a las afueras, escondido a un lado de la carretera en el que trabajan mujeres, algunas menores de edad, ejerciendo la prostitución. Allí encuentran el diario de Dora Lange, que contiene referencias que se repiten como "Carcosa" y "Rey Amarillo", “fantasías”, según Cohle, por lo que el detective deduce que el asesino pudo ponerle dosis regulares durante un tiempo, subiendo la dosis poco a poco sin que ella se diera cuenta y de ahí que escribiera en el diario nombres repetidos y sin sentido alguno.