La Policía Nacional de la Comisaría de Vigo investiga dos incendios ocurridos en dos buses urbanos en la tarde noche de este domingo, ambos provocados. Por eso, los agentes trabajan en la localización de la persona o personas sospechosas de estar detrás de estos fuegos.

El primero de los incendios tuvo su origen en el interior de un bus de la línea C3 sobre las 22:00 horas de este domingo, en el barrio de Bouzas. El conductor pudo sofocar las llamas con los medios disponibles en el vehículo, tras evacuar a las seis personas que en ese momento viajaban en su interior.

Media hora después se registraba otro incendio, en esa ocasión en un bus de la línea 4A, cuando estaba en la calle Urzáiz, en la confluencia con Príncipe. Las llamas se iniciaron en la parte de atrás del vehículo, una de las unidades nuevas que fue inaugurado el pasado 3 de marzo. En esa ocasión tampoco hubo que lamentar heridos, aunque el autobús quedó completamente calcinado.

La Policía Nacional trabaja con la hipótesis de que fueron incendios intencionados y efectivos de Policía Científica han trabajado en la inspección ocular para tratar de conocer las circunstancias de los siniestros. Asimismo, fuentes policiales han confirmado que se sigue trabajando para identificar a la persona o personas que podrían estar detrás de ese fuego.

La empresa concesionaria del bus urbano, Vitrasa, ha enviado un comunicado a los medios en el que denuncia lo ocurrido y en el que también apunta a la intencionalidad de los fuegos. Así, ha advertido de que "este tipo de actos vandálicos de extrema gravedad" pueden "poner en riesgo la seguridad de los pasajeros y del personal de la empresa".

En el caso del de Urzáiz, los servicios de Emergencias tuvieron que movilizar a Bomberos y Policía Nacional y Local. Del mismo modo, fueron alertados efectivos de Urxencias Sanitarias 061 pero no fue necesario evacuar ni atender a nadie.

Caso Daniel Sancho

Los abogados de la familia de Edwin Arrieta en Tailandia solicitan una indemnización de 760.000 euros

En relación al perjuicio económico que la muerte de Arrieta (a manos presuntamente de Daniel Sancho) ha supuesto a sus padres, que dependían de él. Una cantidad que es el doble del cálculo hecho por sus abogados en España.