A veces confundimos los síntomas de la gripe, la alergia y los resfriados. Las tres son dolencias similares porque afectan al sistema respiratorio, pero tienen sus diferencias:

La gripe y el resfriado son causados por un virus y tienen varios síntomas en común como el goteo nasal, congestión y dolor de garganta. Sin embargo, en el constipado la tos, los estornudos continuos, pero no encadenados, y los ojos llorosos y enrojecidos son mucho más frecuentes que en la gripe, que dura más, en torno a siete días, se incuba más rápido y puede provocar fiebre alta, dolor de cabeza, escalofríos y sudoraciones, dolor muscular, mucho cansancio y molestias en el pecho, en las piernas y en los brazos. Señales no tan habituales en el catarro.

Por otro lado, la alergia es una reacción a algo del entorno que el sistema inmunológico no tolera, las células inmunológicas de la nariz y las vías respiratorias pueden reaccionar ante esta reacción del sistema con un goteo nasal, hinchazón de la nariz y múltiples estornudos encadenados (más de cinco). Además, el picor de ojos y el lagrimeo es constante.

La duración de la alergia depende de la exposición al alérgeno. Por ejemplo, una persona que tiene alergia a los perros, la tendrá hasta que deje de estar en contacto con ese animal. Mientras que la gripe y los catarros rara vez duran más de dos semanas. Otra diferencia es que los síntomas de la alergia pueden darse de manera intermitente al estar parte del tiempo expuesto y en la gripe y el catarro son una constante.

Por último, y no menos importante, el tratamiento tampoco es el mismo, para el resfriado se recomienda descansar y beber mucho líquido, para la gripe analgésicos y para las alergias antihistamínicos o descongestivos.