Para realizar el estudio, los investigadores recurrieron a los datos del sistema SEER (Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales) de Medicare, identificando pacientes que habían sido diagnosticados con depresión doce meses antes o después del diagnóstico del cáncer.

El tratamiento antidepresivo reduce los efectos

A través de la información de la Parte D de Medicare, también determinaron qué pacientes contaban con prescripción de antidepresivos. Posteriormente, evaluaron quiénes lograron una recuperación posoperatoria óptima, es decir, quiénes no presentaron complicaciones, evitaron hospitalizaciones prolongadas, no fueron reingresados dentro de los 90 días posteriores a la cirugía y sobrevivieron a ese mismo período.

El análisis estudió el caso de 32.726 pacientes con cáncer colorrectal, hepatobiliar o de páncreas, de los cuales 1.731 estaban diagnosticados con depresión. Entre ellos, 1253 estaban recibiendo tratamiento, mientras que 478 no.

Los resultados mostraron que los pacientes con depresión, tanto tratados como no tratados, presentaban peor recuperación postquirúrgica y mayores costos médicos. Sin embargo, el tratamiento antidepresivo redujo significativamente estos efectos.

Aunque los pacientes que no padecen depresión obtuvieron los mejores resultados, aquellos que recibieron tratamiento tuvieron menos reingresos, estancias hospitalarias más cortas y un menor riesgo de mortalidad. En términos de gasto sanitario, los costos más bajos se registraron entre los pacientes sin depresión, seguidos por los tratados y, finalmente, por los no tratados.

"Tratar cualquier diagnóstico, especialmente uno tan importante y devastador como el cáncer, requiere comprender otros factores de riesgo sanitarios y sociales", expone Erryk S. Katayama, estudiante de cuarto año de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Ohio y autor principal del estudio. Además, añadió que entender cómo los problemas de salud mental afectan el posoperatorio puede ayudar a crear planes de tratamiento más integrales, anticipar complicaciones y mejorar los resultados del paciente.

Por otro lado, el cirujano Timothy M.Pawlik, también autor del estudio, recordó que investigaciones previas ya habían mostrado que los pacientes con depresión suelen tener menos adherencia a los tratamientos médicos.

La inspiración para esta investigación se remonta a la pandemia de COVID-19, que generó una mayor conciencia sobre la salud mental. "Comenzamos a pensar en las implicaciones de la salud mental, en los resultados quirúrgicos y a hablar de las necesidades sociales relacionadas con la salud", aporta Pawlik. Estos factores incluían la inseguridad alimentaria, la inseguridad laboral y la violencia doméstica.

No obstante, el estudio tiene algunas limitaciones. Los autores aclararon que la prescripción de antidepresivos se utilizó como indicador de tratamiento, sin considerar si los pacientes estaban recibiendo terapia psicológica o atención psiquiátrica.