El estudio reunió a médicos jóvenes no especializados, oculistas en formación y oculistas expertos. El desarrollo del estudio consistió en mostrar a los participantes 87 escenarios de pacientes con problemas oculares específicos, para cada caso se les ofrecieron cuatro opciones entre las que tenían que elegir el tratamiento correcto y dar un diagnóstico.
Los resultados frente a médicos jóvenes no especializados fueron en favor de la inteligencia artificial. Sin embargo, en comparación a oftalmólogos en formación y expertos fueron similares. En el caso de losexpertos en oftalmología su puntuación fue superior a la de GPT-4.
Este estudio, según comentan los investigadores, es superior a otros realizados con anterioridad, ya que normalmente se compara los resultados de la inteligencia artificial con resultados de exámenes y no con los profesionales de la industria. Explican que querían ver cómo se comportaba la IA frente al terreno de médicos en ejercicio.
¿Reemplazará la IA a los médicos?
Los investigadores no creen que esto vaya a ocurrir, pero sí que creen que podría ser una herramienta para mejorar la atención sanitaria. Lo ven como una posible ayuda para el diagnóstico, asesoramiento y sugerencias de manejo en los casos que afecte a los ojos y siempre en entornos bien controlados.
También tiene utilidad como clasificación de pacientes, ya que podría determinar si un paciente debe ser atendido de inmediato por especialistas, si, por el contrario, no necesitan tratamiento o si lo puede tratar un médico de cabecera. El doctor Arun Thirunavukarasu, autor principal del estudio, cree que estas funciones se podrían cumplir con algoritmos que ya se usan y considera que con un mayor desarrollo esta herramienta podría servir para asesorar a los médicos de cabecera que tiene dificultad para conseguir un asesoramiento rápido de oftalmólogos.
Eso sí, explica que lo más importante es capacitar a los pacientes para que puedan decidir si quieren que participen las inteligencias artificiales o no, y la decisión sería individual.
