Para lograr el desarrollo de tratamientos antivirales efectivos y prevenir nuevos posibles rebrotes de la enfermedad en el futuro, se necesita contar con modelos preclínicos donde estudiar la enfermedad, en este caso, del SARS-CoV-2.

Por ello, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha financiado un proyecto del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) para la generación de ratones modificados genéticamente. Estos estudios permitirán reproducir de manera fiel la enfermedad en humanos y sirven para mejorar y avanzar en el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas.

El proyecto está liderado por la investigadora Sagrario Ortega, jefa de la Unidad de Edición Genómica en Ratón en el CNIO, que subraya la importancia del mismo. “El ratón de laboratorio tiene muchas ventajas como modelo experimental, pero necesitamos humanizarlo para poder utilizarlo como modelo donde investigar la Covid-19”.

Mediante técnicas de ingeniería genética como CRISPR/Cas el equipo encabezado por Sagrario Ortega pretende reducir los tiempos para la generación de estos modelos. Así se pasaría de un año, a alrededor de tres o cuatro meses.

A lo largo de su trayectoria, esta unidad ha sido pionera en la creación de modelos de ratón donde seguir mediante técnicas de imagen la diseminación de los tumores a través de los vasos linfáticos y la formación de metástasis. Además, estos modelos han permitido estudiar la función del sistema linfático en la progresión de los tumores, de forma que se ha podido avanzar en la investigación de distintos tipos de cáncer.

Ratones con la misma vía de entrada que utiliza el virus en humanos

El SARS-CoV-2 utiliza como puerta de entrada en humanos la proteína ACE2, una enzima que regula el control de la tensión arterial y que se encuentra localizada en la membrana externa de algunas células humanas como los neumocitos tipo II en el pulmón, las células endoteliales o las células de la musculatura lisa de los vasos sanguíneos.

Como explica la investigadora, “la proteína ACE2 del ratón es diferente a la humana, especialmente en el dominio que es reconocido por el SARS-CoV-2, lo que hace al ratón resistente a la infección por el coronavirus”.

Los investigadores ya se han puesto en contacto con otros grupos del ISCIII y del CSIC especializados en la investigación en coronavirus de forma que, una vez validados, los modelos animales se puedan poner a disposición de la comunidad científica para contribuir en el avance contra la enfermedad.