La enfermedad del párkinson es conocida por generar dificultades motoras como rigidez, temblores o movimientos más lentos, también incluye otra serie de síntomas no motores no tan comentados. Algunos de estos síntomas son: problemas gastrointestinales, dificultades cognitivas o alteraciones sensoriales.
Estos síntomas pueden manifestarse en distintos momentos de la enfermedad y pueden generar problemas urinarios, disfunción sexual o la disminución del sentido del olfato, lo cual puede tener, en algunos casos, un gran impacto en su calidad de vida.
Por ello, es importante que los neurólogos estén atentos a los distintos síntomas que pueden implicar le desarrollo de esta enfermedad para proporcionar a los pacientes un tratamiento efectivo y precoz.
