Se trata de un estudio, publicado en la edición digital de 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), que podría suponer un gran hallazgo. 

"Hemos identificado una nueva forma de limpieza de los macrófagos en ratones que puede en el futuro aprovecharse para proteger contra las infecciones pulmonares como la neumonía bacteriana, que siguen siendo una de las mayores amenazas para la supervivencia de pacientes con cáncer durante la quimioterapia", destaca el autor principal, Peter Murray, miembro del Departamento de Enfermedades Infecciosas y del Departamento de Inmunología de St. Jude.

Los medicamentos de quimioterapia matan las células en división, incluyendo las células de la médula ósea que dan lugar a diferentes células inmunes. Eso puede llevar a una reducción dramática en las células blancas de la sangre, incluyendo los neutrófilos, que juegan un papel central en la lucha contra las infecciones bacterianas y otras que son una complicación común de la quimioterapia del cáncer.

Los investigadores demostraron que los macrófagos, identificados en este estudio, se produjeron en los pulmones tras la vacunación más que en la médula ósea. Los investigadores les llamaron macrófagos inducidos por la vacuna de tipo celular recientemente reconocidos (VIMS, por sus siglas en inglés).

Una vez generados, los VIMS se mantuvieron en los pulmones por división celular. Es importante destacar que, a diferencia de otros tipos de células inmunes, el tamaño de la población de VIMS se mantuvo estable durante la quimioterapia. Este tipo de célula recién reconocido también mostró mejor actividad antibacteriana en ratones que carecían de neutrófilos por culpa de la quimioterapia.