Así se desprende de un análisis de los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) realizado por los cardiólogos con motivo del Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular.

La hipertensión, que afecta a un 42,6% de la población, supone una mayor resistencia para el corazón a la hora de ejercer presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre a los distintos órganos del cuerpo. 

Por tanto, el corazón aumenta su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo, lo que puede desembocar en insuficiencia coronaria y angina de pecho.

Además, la hipertensión es un factor de riesgo de otras enfermedades cardiovasculares como el infarto o el ictus.

Por otro lado, el análisis a diez años de los últimos datos de mortalidad en España muestran que las enfermedades isquémicas (infarto, angina de pecho, etcétera) y las cerebrovasculares (ictus) fueron las más mortales en 2015 pero en los últimos diez años se ha logrado una importante reducción en los fallecimientos por estas causas.

Así, en 2015 ha fallecido un 32% menos de personas por infarto y un 18% por accidente cerebrovascular en relación a la última década. En cambio, la insuficiencia cardiaca sigue provocando los mismo fallecimientos que en 2005 y además es la primera causa de ingreso hospitalario en nuestro país. 

Además, ha recordado el presidente de la FEC, existe una "importante inequidad" en el tratamiento de esta enfermedad entre comunidades autónomas, lo que explica que la variabilidad de mortalidad intrahospitalaria entre comunidades llegue a ser del 80%.

A nivel general, las enfermedades cardiovasculares mantienen su tendencia la baja de los últimos años y las comunidades que tienen la tasa de mortalidad más alta son Andalucía (32,67%), Asturias (32,38%) y Aragón (31,61). En cambio, la menor proporción de muertes de este tipo se dan en Madrid (25,86%) Navarra (26,37%) y País Vasco (26,92%).