En un comunicado, la SVP ha explicado que la muerte súbita se produce como resultado de una parada cardíaca relacionada sobre todo con la fibrilación ventricular. Este ritmo cardiaco caótico representa entre el 75% y el 80% de las muertes súbitas de origen cardíaco y requiere de atención inmediata, ya que por cada minuto que se retrasa su tratamiento adecuado se reduce en un 10% la posibilidad de supervivencia.

Así lo recoge el decreto de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, aprobado el pasado mes de octubre, por el que se regula la instalación y uso de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario, que obliga a las instalaciones, centros o complejos deportivos en los que el número de personas usuarias diarias sea igual o superior a 500.

Sin embargo, la doctora María Maravall, vocal de especialidades pediátricas de las SVP y especialista en cardiología pediátrica, afirma que no están seguros de que todos los centros cumplan la normativa y, además, no está extendida a toda España". En la actualidad, sólo siete las comunidades autónomas que obligan a disponer de desfibrilador en determinados espacios públicos, por este motivo laSexta, a través de Constantes y Vitales, pide al resto de CCAA a que instalen desfibriladores en espacios públicos.

El pasado 3 de febrero murió un futbolista de 15 años mientras jugaba un partido de fútbol base con su equipo el UD Alzira. "Esto nos hace plantearnos numerosas preguntas sobre si el caso se podría haber evitado. Lo cierto es que la muerte súbita en el deporte es poco frecuente, en la mayoría de los casos se produce por causa cardiológica, siendo algunos casos de difícil diagnóstico previo", indica la especialista María Maravall.

Con la realización de una correcta evaluación predeportiva "se podría identificar a un número mayor de niños y adolescentes en riesgo y evitar situaciones de paradas cardíacas. Aun así, en algunos casos resultará indetectable e imprevisible", advierte.

Esta recomendación está recogida también en la Guía Clínica de Evaluación Cardiovascular publicada por el Consejo Superior de Deportes y la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC) en la que se unifican también los criterios de evaluación pre-deportiva en niños.

Además de la presencia de desfibriladores en instalaciones deportivas y la realización de un completo reconocimiento médico previo a niños y adolescentes deportistas, la SVP reclama la difusión de los conocimientos de las maniobras de reanimación cardiopulmonar a la población general.