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SON OBJETO DE COLECCIONISTAS

El casete se resiste a morir, porque estas bandas aún editan su música en ese formato

¿Cuestión de nostalgia, romanticismo o simple búsqueda de la originalidad? Sea como sea, los sellos y bandas que editan su música en cinta existen. Hablamos con algunos de ellos.

-The New Raemon

The New RaemonBcore Disc

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Nueve de cada diez millenials no sabrían explicar qué relación existe entre un boli Bic y una cinta de casete.

Sin embargo, a buen seguro, los que empezaron a escuchar música en los años 80 esbozarán una sonrisa de añoranza y complicidad generacional al ver ambos objetos juntos: rebobinar las cintas a golpe de giros de muñeca con el citado bolígrafo era un procedimiento habitual para ahorrar pilas -ese bien preciado- en el omnipresente walkman.

Hoy, las casetes (o K7, como se abreviaba a menudo) parecen condenadas al ostracismo. O, como mucho, a un rincón nostálgico de la casa en el que guardamos con cariño aquellas cintas de marcas como TDK y decoradas a base de coloridos rotuladores Carioca.

De hecho, resulta casi imposible encontrarlas en tiendas de discos. Y sin embargo, aún hay quien se muestra convencido de que, en plena era de la música digital, sigue habiendo un hueco en el mercado para ellas, aunque sea residual.

"Somos fundamentalmente un sello de vinilo, pero también editamos algunas casetes", explica Roberto Riva, del sello asturiano Pifia Records. "Lo hacemos por una cuestión de puro romanticismo, pues era un formato que usábamos mucho todos los que nacimos a principios de los 80".

Más allá de esa nostalgia, Riva encuentra algunas ventajas en el formato.

"Vivimos en una época en la que la mayoría de las cosas son muy etéreas, por lo que siempre hay gente que valora poder palpar algo. Las cintas tienen un tamaño aceptable y son fácilmente coleccionables. Además, te dan la posibilidad de hacer cosas muy sencillas al más puro estilo Do it yourself (hazlo tú mismo), que es algo que mucha gente valora. Y por si fuera poco, fabricar en casete no es caro: no hace falta hacer grandes tiradas, por lo que no se arriesga mucho dinero y puedes ponerlas a la venta un precio razonable".

De los 90 a la actualidad

Desde Barcelona, el sello independiente Bcore lleva editando música 26 largos años. "Algunas de nuestras primeras ediciones fueron en K7", explica su fundador, Jordi Llansamà.

"Pero claro, eran los primeros 90. Entonces era más como editar una maqueta, y evidentemente era una cuestión económica: era mucho más barato que editar un disco en vinilo".

Actualmente, Bcore no edita apenas referencias en cinta, con excepciones como el reciente disco publicado por The New Raemon y McEnroe, Lluvia y Truenos.

Para otros grupos españoles, como el dúo madrileño His Majesty the King, la oportunidad de editar en cinta fue fruto de una feliz casualidad.

"Tras grabar el primer EP y subirlo a Internet, nos escribió un tipo norteamericano de Work Bee Records. Le había gustado mucho y nos ofrecía lanzar las cuatro canciones en cinta", recuerda Nacho Montero, su batería.

"El trato era sencillo: él las distribuía por EEUU y a cambio nos mandaba 200 copias. Aceptamos encantados, aunque la verdad es que nunca habíamos pensado editar en casete". Venderlas no fue fácil. "En los conciertos hubo quien nos comró alguna, pero realmente conseguimos darles salida a través de concursos en Facebook y cosas por el estilo. La verdad es que quedaron muy bien".

Esa belleza estética de aire retro es parte del encanto de los casetes. "Es un formato curioso", reconoce Jordi Llansamà.

"Y a nivel de sonido también tiene su gracia, ya que no deja de ser analógico. Pero ahora mismo lo considero más una curiosidad que un formato a tener en cuenta. En mi caso es muy raro que escuche un K7, a no ser que sea el formato original de la edición, como alguna demo que se hizo sólo en casete.

Y claro, tener alguno de los casetes originales de Los Chichos siempre pude tener su gracia". La tiene.

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