CYBORGS, BOTS Y AVATARES SE CUELAN EN EL MUNDO DE LA MODA Y LA CULTURA
Los robots también le robarán el trabajo a las celebrities
Hay más de siete billones y medio de personas en el mundo. De estas, no parece despreciable la cantidad que en estos momentos debe de estar tramando toda clase de artimañas para lograr la fama y hacerse viral en Internet, por lo que imaginamos que tiene que escocer mucho cuando ese mismo sueño lo cumple un avatar que ni siente ni padece.
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En Show Girls, la película de culto de Paul Verhoeven, Cristal Connors ya advirtió de que “siempre hay alguien más joven y hambriento bajando la escalera detrás de ti”, pero probablemente no imaginaba que ese alguien podía ser un batiburrillo de píxeles. Quedaban diez años para la llegada de las redes sociales.
En éstas, cada vez son más las cyber celebrities que les roban el protagonismo a las de carne y hueso.
El caso más paradigmático es el de Lil Miquela, una moda y cantante de California creada por ordenador, que, desde que su cuenta de Instagram, @lilmiquela, fuese activada hace dos años, acumula más de medio millón de seguidores (los Miquelites) en esa red social, 100.000 más que nuestra Alaska.
Como cualquier otra influencer, Miquela promociona distintas marcas, asiste a las galerías de moda y clubs del momento, viste a la última y cuelga, claro, numerosos selfies.
También se ha involucrado en causas como el feminismo, los derechos de los refugiados, el control de las armas en EEUU o el racismo. El verano pasado, Miquela sacó su primer single en Spotify. Claro que los chicos de Gorillaz ya triunfaron en la música mediante avatares.
Un caso más interesante es el de LaTurbo Avedon, una avatar artista que ha llegado a exponer su obra en el Carnegie Mellon University, la ll Transfer Gallery, y el Whitney Museum en New York. LaTurbo nació en Second Life, donde regentaba un club (club Rothko) y era DJ residente de varias discotecas virtuales.
En 2012, se unió a las redes sociales y empezó a pedir que los usuarios la llevasen a lugares físicos en sus portátiles. Sus proyectos artísticos están inspirados en Second Life y creados a partir de tecnología 3D con el propósito de romper la barrera entre el plano físico y el digital.
Saya es otro ejemplo. Fue creada por un matrimonio de artistas gráficos japoneses, Teruyuki and Yuka Ishikawa, fundadores de la Telyuka company. Juntos dieron vida digital a la encantadora Saya, a la que diseñaron como si fuese su hija.
Saya tiene 17 años y sueña con hacer millones de amigos. “Siempre hay alguien más joven y hambriento bajando la escalera detrás de ti”.
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