Un viaje a la Edad del Hielo

Cuenta una leyenda que al mamut se le llama el "gran toro" y que luchó con los dragones que vinieron a la Tierra y devoraron a todos los seres vivos. Cuando la batalla había terminado y se quedó un sólo "gran toro" herido, saltó los Pirineos huyendo a tierras lejanas. Se cuenta que los mamuts se fueron hacia el Norte.

En la antigüedad, cuando la gente encontraba en la tierra huesos gigantes creían que eran restos de los héroes de la era de la Guerra de Troya. En la Edad Media y hasta el siglo XIX se pensaba que estos restos eran de los gigantes que se describen en la Biblia y que murieron durante el Diluvio Universal.
Pero lo que todo esto pertenece al pasado, porque estos huesos eran restos de unas criaturas totalmente diferentes, los Mamuts.

Más de 400 fragmentos de Mamut fueron encontrados en Viladecans, al lado del delta del Llobregat, donde actualmente está el aeropuerto de la Ciudad Condal. Este ha sido uno de los muchos hallazgos en Cataluña. Barcelona decidió poner en marcha una iniciativa muy especial, un Museo del Mamut. Un singular museo cuyo objetivo es el de acercar a todos la naturaleza de la vida y el misterio de la aparición y desaparición de estos animales del pasado. Y así nació este interesante espacio de paleontología, abierto en 2010, en el centro histórico de la ciudad, en el emblemático barrio del Born, donde podemos ver una exposición única dedicada a estos impresionantes animales de la Edad de Hielo y a otras especies que habitaron el planeta hace 2.000.000 de años como el tigre de dientes de sable, el oso de las cavernas o cavernario y el bisonte estepario.

Con esqueletos y otros restos, además de reconstrucciones realizadas en su tamaño original, este complejo se convierte en un divertido plan para conocer el mundo de la Edad de Hielo de una manera educativa en familia.

La exposición de este original y pedagógico museo está ambientada en la Edad del Hielo y cuenta con colecciones paleontológicas, no solo de muestras recogidas en España, sino de expediciones en América, Canadá Chukotka y Yakutia. Y es ideal para visitarlo con los más pequeños, porque se puede tocar, algo impensable en otros museos. Tocar los dientes y defensas de un mamut e incluso oler el cuerno de un rinoceronte lanudo, además de ver reproducciones de pinturas rupestres en el techo y las paredes. Y también en una de las salas hay una selección de artesanías de marfil de mamut hechas por los mejores artesanos de Siberia.

Curiosa es la gran maqueta que preside la entrada del museo, con una representación de una zona rodeada de montañas y cerca del mar, con tres ríos, en la que vivían los mamuts, porque lo sorprendente es que este lugar que nos muestra es donde hoy en día se asienta la ciudad de Bacrcelona. Las montañas son Montjuic, Collserola y el Tibidabo; y los ríos son el Llobregat, el Besós y un tercer río que todavía hoy pasa por Barcelona y coincide con las Ramblas.

El Museo del Mamut, ubicado en una zona de interés arqueológico y de gran valor histórico, el edificio del museo destaca por su galería gótica construida en la segunda mitad del S. XIII y primera del S. XIV con piedra de Montjuïc, y es el único edificio no religioso de Barcelona que tiene arcos góticos en su planta baja. En el corazón de la ciudad, el museo abre todos los días, ahora en horario de 10h a 21h.

Y si viajas en familia, el Museo del Mamut ofrece actividades y talleres relacionados con estos animales originarios de la Edad de Hielo y juegos para todos, incluidos en el precio de la entrada, los fines de semana de 11h a 14h y de 16h a 18h. Así que, ¿por qué no apuntarte con los peques? 
No es necesario reservar para las visitas guiadas, pero llama siempre antes para asegurarte. El recorrido es muy interesante y no te llevará más de una hora.

Si eres un amante de la paleontología, disfrutarás mucho con este pequeño museo, repleto de grandes especies de la Edad del Hielo. Los Mamuts te esperan desde hace más de 100.000 años. No te lo puedes perder.