ESCAPADA A LOS MERCADILLOS
Tradición y estilo vienés para celebrar la Navidad
La capital austriaca se prepara para celebrar las fiestas engalanando sus calles y levantando en diferentes rincones del centro histórico sus ya tradicionales mercadillos. En ellos la magia es la protagonista, junto a los juguetes, las artesanías, la música y, sobre todo, los bocados más dulces.
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Viena comienza ya a preparar la Navidad. Para ello, nada mejor que poner en marcha los ya tradicionales mercadillos, los cuales se reparten por prácticamente toda la ciudad, y especialmente en el centro histórico. Así, una escapada estas semanas a la capital austriaca nos permite una inmersión mágica en el maravilloso mundo de las fiestas más entrañables, y lo hace con música, artesanía y bocados de gastronomía típicos que se acompañan, además, de buenas ideas de regalo.
El mayor y el más conocido de todos los mercadillos vieneses es el que se coloca en la Plaza del Ayuntamiento. Incluye unos 150 puestos, la presencia del 'auténtico' Christkindl (una especie de ángel que, según la tradición austriaca, reparte los regalos en la Nochebuena), un taller de manualidades para niños y muchos árboles perfectamente decorados. Es, sin duda, el más imponente y el que no puede dejar de visitarse.
También son tradicionales el antiguo mercadillo de la plaza del Freyung y el Mercadillo de Adviento de la plaza Am Hof. Ambos apuestan por la artesanía y la música de Adviento. El de la Plaza de San Esteban, por su parte, también hará las delicias de los amantes de los objetos curiosos, situado frente la Catedral de San Esteban. Y los que se acerquen al Palacio Imperial de Hofburg no podrán dejar de ir al Mercadillo Navideño Imperial y Real de la Plaza de San Miguel, que ofrece sobre todo objetos de producción austríaca.
Los más pequeños disfrutarán muchísimo en la aldea navideña que se ha montado en la Plaza de María Teresa, situada entre el Kunsthistorisches Museum y el Museo de Historia Natural. Aquí será donde los padres tengan la oportunidad de hacer una parada gastronómica en la que reponer fuerzas a base de ponche y vino caliente. Y si eres supersticioso, no podrás marcharte de la Aldea de San Silvestre sin comprar algún amuleto de la suerte (cerditos, deshollinadores, etc.).
El Prater de Viena también tiene su mercadillo de invierno. Está dispuesto en la Plaza de la Noria. Cerca de allí, ante el palacio barroco del Príncipe Eugenio, está la Aldea navideña del Palacio del Belvedere.
Las piezas de arte más interesantes las encontramos frente a la iglesia de San Carlos, en el Art Advent. Para que los padres puedan comprar piezas tranquilamente, los niños pueden divertirse saltando en una zona llena de balas de paja en las que jugar y saltar.
Además, hay un mercadillo pensado para la comunidad homosexual. Se llama el Pink Christmas y está cerca del mercado del Naschmarkt. No es el único 'temático'. Sobre el romanticismo gira el del barrio de Spittelberg y sobre el deporte el del Museums Quartier, que incluye pabellones de hielo, una pista de cúrling y DJs.
En el mercadillo situado ante el suntuoso Palacio de Schönbrunn, unos 80 puestos de vendedores austríacos y de países vecinos muestran objetos de artesanía, decoraciones para el árbol de Navidad e ideas para regalo, además de ponche caliente y galletas navideñas. Seguro que más de una lata de estas acaba terminando en la maleta, como recuerdo de una escapada 100% prenavideña.
Más información:
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