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Stellenbosch, turismo enológico en Sudáfrica

La región vitivinícola más importante del continente africano, a pocos kilómetros de Ciudad del Cabo

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Más allá de Francia, Italia, España o Estados Unidos, son muchos los países que últimamente están despuntando en cuanto a producción de vino se refiere. La competencia es cada vez mayor y Sudáfrica se ha convertido en uno de los productores mundiales de vino más importantes del mundo.La ruta más antigua para disfrutar del vino en Sudáfrica es la de la región de Stellenbosch. En esta zona se guarda toda la esencia y el espíritu de la elaboración del vino del país. Está cerca de Ciudad del Cabo y en ella se pueden encontrar desde blancos a tintos, destacando entre los blancos las variedades autóctonas Pinotage y Semillon. El clima que baña Stellenbosch está condicionado tanto por las montañas como por el mar, lo que favorece que los viñedos tengan gran personalidad. Se puede decir que la temperatura es mediterránea, siendo los veranos calurosos y los inviernos frescos pero con sol. Stellenbosch está formada por alrededor de 200 viñedos, por lo que se convierte en el lugar idóneo para realizar rutas enológicas muy completas, al mismo tiempo que se disfruta del paisaje y se combina el vino con una gastronomía deliciosa y muy característica. Su lejanía con España –está a más de 9.000 kilómetros- hace que su visita tenga que alargarse algo más que un fin de semana. Es decir, algo diferente al típico turismo enológico que tenemos en mente. Pero resulta una elección acertada para todos aquellos amantes de estos caldos que estén dispuestos a descubrir nuevos sabores y a dejarse seducir por el paladar. La familia holandesa Van der Stel fue una de las primeras en emprender la aventura entre viñedos. Corría el siglo XVII y en esta región encontraron el clima ideal y tierras fértiles para empezar a producir vino, en un primer lugar para su propio consumo y más tarde para los marineros que atracaban sus barcos en la cercana Capetown. Poco a poco, tomó forma el que sería uno de los viñedos más míticos de la zona, el Groot Constantia. La mejor forma de recorrer Stellenbosch es alquilar un coche, sin prisa y con la única compañía de un plano. Se puede parar en las bodegas que más apetecibles nos parezcan o que previamente hayamos marcado como destacadas y una vez en ellas, visitar sus instalaciones, realizar una cata e incluso comprar las botellas encargando un envío a domicilio –facilitando así el transporte en la maleta y el avión-. Según las distintas variedades de uva de la región, hay varias rutas: Mayor Simonsberg, Stellenbosch Valley, Bottelary Hills, Stellenbosch Berg y Heidelberg. Todas ellas recomendables y sorprendentes, ¿te atreves a captar todos los matices del exquisito vino sudafricano?

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