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España

El sorprendente paisaje blanco de Ýlava

El Valle Salado de Añana

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El Valle Salado de la localidad alavesa de Añana es uno de los paisajes más espectaculares de Europa.  Su particular arquitectura, sus más de 1.200 años de historia, sus características geológicas  y su biodiversidad están en perfecta armonía con el entorno. Un rincón de la provincia de Ýlava que sorprende en el interior del País Vasco, donde uno espera encontrar verdes valles y una orografía accidentada. Añana es la villa más antigua de Ýlava, y hace 200 millones de años, el territorio que ocupa se encontraba bajo las aguas del mar. El Valle Salado emergió a lo largo de la historia del planeta formando un impresionante paisaje, que actualmente es parte de la cultura de la provincia. Explotadas desde la antigüedad, las Salinas de Añana se dividen en más de 5000 eras o plataformas sobre las que se vierte el agua salada o muera que proviene de los manantiales, donde se estanca hasta que por evaporación solar queda la sal solidificada. Si te acercas a Añana por primera vez, te quedarás impactado por el increíble paisaje de estructuras de madera de color blanco. Un Monumento Nacional que hay que conocer en familia. El Valle Salado es una salina de interior, que aprovecha cuatro manantiales de agua salada que brotan y confluyen en este valle y aquí se produce una de las mejores sales del mundo: la Sal de Añana. Las visitas guiadas te ayudarán a conocer su historia y el proceso de recuperación de su arquitectura, construida en piedra, arcilla y madera desde tiempos de los romanos. En la antiquísima arquitectura de canales, pozos, terraza, eras y almacenes de esta salina, todo, hasta los clavos, son de madera, para evitar el óxido. Entenderás por qué hay sal en este lugar  y podrás recorrer los cientos de canales de madera que distribuyen el agua salada. Visitar las Salinas de Añana es una forma de acercarse al trabajo de los  salineros y conocer cómo se obtiene la sal. Y además con una cata de diferentes variedades de sal durante el recorrido. Pero hay más, ¿qué tal mojar tus manos y pies en el Spa Salino? Este sencillo gesto es muy beneficioso para tu salud. En verano, cuando la sal queda al descubierto tras evaporarse el agua, el valle parece nevado, el calor es intenso, pero en invierno, lo cierto es que es recomendable ir bien abrigado. Las Salinas de Añana, el Valle Salado, es un destino único para disfrutar en familia. Y para los más pequeños, el taller "Conviértete en salinero por un día y produce tú mismo la Sal de Añana"

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