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El Querforadat, uno de los pueblos más bonitos de Lleida

¿Pensando en visitar el Pirineo de Lleida? Apunta entre los municipios que no puedes perderte en El Querforadat.

El Querforadat, uno de los pueblos más bonitos de Lleida

El Querforadat, uno de los pueblos más bonitos de LleidaImagen de Judith G. Noé

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Puede que nunca hayas escuchado hablar de El Querforadat, un núcleo de población que pertenece al municipio de Cavá, en la comarca del Alt Urgell de Lleida. Pero debes saber que se trata de un pueblo de gran belleza que no puedes perderte si te encuentras de visita por los Pirineos de la provincia.

Hablamos de un pueblo que se mantiene en buen estado gracias al turismo y de las personas que han decidido hacerse con una segunda residencia en el lugar. No es de extrañar que lo hayan elegido para ello, pues se encuentra en una zona de alta montaña, con paisajes increíbles a su alrededor. Y, aunque cada día acoge a visitantes, prácticamente no encontrarás a nadie al llegar.

Actualmente ya no cuenta con actividades agrícolas o ganaderas que sí tenía años atrás. Pero pese a eso, conserva su patrimonio arquitectónico, con casas rehabilitadas que mantienen su esencia a base de piedra grisácea y tejados rojizos.

Querforadat
Querforadat | Imagen de Judith G. Noé

Situado al pie de la sierra del Cadí, en la cara norte de la misma, se encuentra a orillas del río Quer. Para visitarlo, debes dejar el coche aparcado en el párking de la entrada y atravesar el roquero con el que te encontrarás. Una vez en él, puedes dirigirte al puente o caminar por la calle que pasa bajo él.

En realidad, El Querforadat cuenta únicamente con estas dos calles con pequeñas ramificaciones y ambas se juntan al final de su recorrido, dejando una especie de círculo que cruza el núcleo de población.

Paseando por El Querforadat te encontrarás con un lavadero público, con una pequeña iglesia, los vestigios de un castillo, una fuente, pocas casas y miradores con unas vistas panorámicas que te invitarán a observarlas detenidamente durante un buen rato. Sin duda, es un rincón perdido en el Pirineo que merece la pena visitar.

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