LEÓN
Palacio de los Guzmanes de León y su curioso parecido con el Palacio de Monterrey de Salamanca
Viajamos a León para conocer uno de los mejores ejemplos de palacio renacentista que podemos encontrar en esta ciudad.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a una de las ciudades más espectaculares y sorprendentes de España. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, a León. De hecho, son cada vez más las personas que deciden planear una escapada a esta ciudad, repleta de construcciones, monumentos y rincones de ensueño.
Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el conocido como Palacio de los Guzmanes. Se trata de un imponente palacio renacentista que data del siglo XVI y que está ubicado en la céntrica Plaza de San Marcelo, justo al lado de la mítica Casa Botines. Su curiosa traza –que nos recuerda al Palacio de Monterrey de Salamanca- es obra de Rodrigo Gil de Hontañón, aunque fue Juan de Ribero Rada quien se encargó de su ejecución.
A pesar de quedar inconcluso, lo cierto es que este Palacio de los Guzmanes acabó convirtiéndose en el más destacado de toda la ciudad. Eso sí, no fue hasta finales del siglo XIX cuando la Diputación Provincial de León se hizo cargo para terminarlo y, de esta forma, albergar en ese mismo lugar sus nuevas oficinas. Una función que sigue desempeñando en la actualidad. No podemos dejar de mencionar que, en 1963, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El Palacio de los Guzmanes de León, a través de su historia
Es importante tener en cuenta que este palacio, considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura palaciega del renacimiento español, fue ordenado construir por don Ramiro Núñez de Guzmán. Algo que continuó su hijo, don Juan de Quiñones y Guzmán, obispo de Calahorra. Como hemos mencionado, el arquitecto fue Rodrigo Gil de Hontañón, pero fue su discípulo, Juan de Ribero Rada, quien se encargó de ejecutar el proyecto. De hecho, gracias a este trabajo, este arquitecto se asentó en León, dejando huella en un gran número de edificios.
Las obras de este Palacio comenzaron en 1577, pero no concluyeron hasta el siglo XVII. No podemos dejar de mencionar su fachada principal, que sigue a la perfección el esquema del Palacio de Monterrey de Salamanca, propiedad de la Casa de Alba. Además, consta de tres cuerpos perfectamente diferenciados: bajo con ventanas enrejadas, principal con balcones rematados en frontispicios y superior con galería corrida.
En cuanto a las torres de los extremos, presentan un cuerpo más. Todo ello mientras el patio posee una doble arquería, teniendo la baja arcos de medio punto sobre columnas jónicas, mientras que el alto presenta arcos carpaneles apoyados en columnas corintias. Entre ellas, aparecen labrados los escudos de la familia.
No podemos dejar de mencionar que en 1882, esta edificación fue adquirida por la Diputación Provincial de León, de la que es sede. Todo ello mientras, entre 1973 y 1977, fue esta institución la que llevó a cabo importantes obras de ampliación del palacio, siguiendo al pie de la letra los esquemas renacentistas. En la actualidad, estamos ante una de las construcciones más sorprendentes y significativas que podemos encontrar en León.
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