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España

Olvera, corazón andaluz y raíces árabes

Esta localidad de la provincia de Cádiz tiene un perfil blanco que llama la atención

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Cádiz, con su magia ligada a toda su provincia, guarda en su territorio pueblos muy distintos entre sí y todos interesantes de conocer. Olvera es uno de ellos, así que si estás pensando hacer una ruta por los alrededores de la localidad andaluza, será un acierto si lo incluyes en tu itinerario. Está en la Sierra de Cádiz, justo al comienzo de todos los pueblos blancos característicos de la zona. Lo primero que llama la atención de Olvera son sus empinadas cuestas. Las pendientes dominan todo el terreno y obligan a visitantes y residentes a hacer un esfuerzo caminando por ellas para llegar prácticamente a cualquier sitio del pueblo. Sus habitantes aún mantienen tradiciones de siglos pasados y los cortijos que todavía son guardianes de Olvera esconden en su interior verdaderos tesoros. Los orígenes de Olvera no están bien definidos ya que en su terreno se han encontrado restos que datan del Neolítico y también restos de cerámica del siglo III. Se sabe que por aquí pasaron los celtas y también los romanos, quienes dejaron en el lugar varias estatuas. Los cimientos del castillo de la ciudad son romanos, en el siglo XIV pasa a ser parte del señorío de don Alfonso Pérez de Guzmán, y posteriormente, tras pasar por manos de la familia Zúñiga, es propiedad de los Téllez Girón, que serán los señores de la villa. En 1877 Alfonso XII le otorgó a la villa el título de ciudad. Una de las visitas clave de la ciudad es el Castillo de Olvera, que fue construido a finales del siglo XII y fue parte del sistema defensivo del reino nazarí de Granada. Está sobre una roca y desde él se tienen unas magníficas vistas de todo el pueblo debido a la altura. Su planta se adapta a la roca sobre la que fue edificado y se completa con la Torre del Homenaje, dos torreones y un recinto subterráneo, entre otros espacios. Olvera se dedica principalmente a la agricultura, la ganadería y el turismo y se cree que su nombre proviene del árabe, aunque también se tiene la teoría de que proviene de la palabra olivera, debido a la gran cantidad de olivos que hay en la zona. Olvera hace frontera con las provincias de Sevilla y Málaga y se encuentra a una altitud de 643 metros sobre el nivel del mar. Si visitas el lugar, puedes aprovechar a comprar alguna que otra botella de aceite de oliva, ya que su producción ha sido incluida en la Denominación de Origen Sierra de Cádiz. Y también es buen momento para realizar alguna que otra ruta de senderismo en la reserva natural del Pelón de Zaframagón, donde se pueden avistar buitres leonardos. Las raíces árabes de Olvera marcan su distribución y su perfil resulta muy fotogénico. El blanco casi impoluto deslumbra a sus visitantes y su iglesia y su castillo llaman la atención desde varios metros de distancia, invitando a todo aquel que los contemple a acercarse a la ciudad.

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