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CUATRO INTENSOS DÍAS AL SUR DE ITALIA EN PAREJA

Nápoles y la Costa Amalfitana

El Golfo de Nápoles es un tesoro que guarda celosamente espectaculares y bellísimos rincones. Paisajes mágicos que abrazan un golfo sembrado de islas maravillosas, como Isquia o Capri. Una región histórica al sur de italia, con Sorrento con su jardín de Villa Trirón, por el que paseaba el famoso poeta Ovidio. Y en frente de Sorrento, la isla de Capri, con la luminiscente Gruta Azul, las sorprendentes rocas Faraglioni y el Palazzo al Mare.
Nápoles y su Golfo son únicos también por su patrimonio y su cultura. Y hoy os proponemos un viaje inolvidable a Nápoles y la Costa Amalfitana.

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Una región, Campania, con Nápoles como capital, la antigua capital borbónica, célebre por la pizza y su complicada relación con el Vesubio, cuyas cenizas sepultaron Pompeya y Herculano. Una ciudad que linda, al sur, con los frondosos montes Lattari donde se asientan la costa sorrentina y la amalfitana, hábitat exclusivo protegido por la Unesco. Y que tiene enfrente, rodeada del Mar Tirreno, a la isla de Capri, que cautivó a Tiberio, Augusto y, hoy, a todos aquellos que deciden visitarla.

En menos de 50 kilómetros el viajero pasará del rojo fuego de los volcanes al verde de los montes y a los diversos azules del mar; colores vivos, turbulentos, capaces de dar vida a lugares que, desde siempre, han seducido irresistiblemente a grandes viajeros y civilizaciones.

Nuba, la agencia de viajes especializada en viajes a medida y en privado, nos propone un viaje de cinco días, y cuatro noches, ideal para esta próxima Semana Santa. Un viaje recomendado para cualquier época del año, pero que ahora en primavera cuando la temperatura de la zona es suave y la vegetación comienza a despertar, se hace imprescindible. Nápoles y la costa Amalfitana despiertan tras un largo invierno e invitan a conocerlos con calma.

El viaje comienza con un vuelo internacional hasta la ciudad de Nápoles, con recepción en el aeropuerto y traslado privado al hotel. 
Y la misma noche, una cena reservada en la famosa Pizzeria Brandi para degustar la verdadera pizza Margarita, que aquí fue cocinada por primera vez en la ciudad en honor de la Reina Margarita en el año 1889.

El segundo día y tras un buen desayuno, visita privada a la ciudad de Nápoles acompañados de un guía local de habla hispana. Y después visita a la ciudad borbónica más representativa del sur Italia. 

Un recorrido que incluye un café en el histórico bar Gambrinus y la visita de la cercana Piazza del Plebiscito, nombre que celebra un plebiscito d el 21 de octubre de 1860 en el sur de Italia, en el que el Reino de las Dos Sicilias, se unió al Piamonte de los Saboya. Continuamos hasta la Basílica de San Francisco de Paula y la iglesia de Jesús construida en el siglo XVI que conserva en la fachada el aparejo almohadillado del siglo XV del Palacio Sanseverino, religiosidad barroca en la ciudad. Seguiremos con la del Palacio Real hoy sede del Museo Nacional de Capodimonte, uno de los más importantes del mundo en pintura y artes decorativas, el Teatro de San Carlos y la Galería Umberto I. Para terminar en Castel Nuovo, conocido popularmente como Maschio Angioino, construido por la familia francesa de los Anjou.
 Y el resto del día, coche privado con chófer y guía hasta las 19h para seguir recorriendo la ciudad a tu aire.

El tercer día visitaremos el sitio arqueológico de Pompeya, a 25 kilómetros de Nápoles, donde el guía nos contará los misterios de esta antigua ciudad que en el año 79 d.C, fue enterrada a causa de la erupción del Vesubio. Pompeya comenzó a ser excavada en el siglo XVII y en la actualidad dos tercios de la ciudad han vuelto a ver la luz, por lo que se ha convertido en un sitio único, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 Por la tarde, y tras la comida, saldremos hacia Sorrento, y tiempo libre perderse por sus encantadoras callecitas estrechas y encantadoras, antes de disfrutar del famoso licor Limoncello de uno de los mejores productores de la zona. Sorrento, en el Golfo de Nápoles se encuentra suspendido entre verdes colinas frente a un intenso mar azul, un lugar único que atrae a numerosos artistas e intelectuales por su belleza. 

El cuarto día es romántico y maravilloso, salimos de excursión en un coche de época descapotable, tipo Triumph Spitfire 1500, por un mágico y emocionante recorrido por la bellísima Costa Amalfitana. 

Vas a poder conducir el coche por tu cuenta para descubrir pequeños pueblos escarpados sobre los cerros, sobre el telón de fondo del mar profundamente azul y por una carretera que serpentea entre plantaciones de olivos, limoneros, naranjos y viñas. Así es la costa amalfitana, una franja de unos 50 kilómetros que es, sin duda, una de las zonas costeras más bellas de Europa. Te vas a enamorar como lo han hecho artistas, pintores e intelectuales como Wagner, Greta Garbo, Picasso, Klee, Pirandello, Steinbech o Zefirelli. No dejes de visitar Positano, Rapallo y Amalfi, la espléndida Gruta de la Esmeralda en Conca dei Marini y el Fiordo de Furore.

De Positano se cuenta que el pintor Paul Klee dijo que es el único pueblo vertical del mundo ya que se levanta encima de un acantilado. Calles empinadas con escalinatas empedradas, bajo centenarias higueras, antiguas casas de pescadores reconvertidas en mansiones y hoteles de lujo, todo un lujo para los sentidos. Famosas parejas del cine como Elizabeth Taylor y Richard Burton, Roberto Rossellini o Alberto Sordi pasaron temporadas en este pueblo, alejadas del acoso de los fotógrafos.

De Ravelo se dice que está "Más cercano al cielo que a la costa", así la describió André Gide el escritor francés, Premio Nobel de Literatura en 1947. Este pueblo ofrece la panorámica más bella del mar desde su mirador y hacia el parque de la Villa Cimbrone.

Según la leyenda, Heracles se enamoró de una ninfa llamada Amalfi. Al morir ésta, quiso enterrarla en el lugar más bello del mundo, al que le cedió su nombre. Y ese lugar es Amalfi, una villa marinera de callejuelas empinadas. La república más antigua de la vieja Italia fue fundada en el año 840 y alcanzó su esplendor en el siglo XI, cuando la navegación del Mediterráneo se regía por las Tablas Amalfitanas, el código marino más antiguo del mundo. Las influencias bizantinas, árabes y normandas son bien visibles en la espléndida Catedral del siglo XIII y en el Claustro del Paraíso, Chiostro del Paradiso.

Y después de intensas emociones, lugares bellos, y pueblos y ciudades maravillosas, regresaremos a casa llenos de energía, la de la intensa luz y la magia de Nápoles y de la Costa Amalfitana. Una propuesta de Nuba.

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