LOGROÑO

Muralla del Revellín de Logroño y la curiosa tradición que alberga

Ponemos rumbo a Logroño para conocer el origen de la Muralla del Revellín, una de las construcciones más visitadas de la ciudad.

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Viajamos a la capital de La Rioja, una de las ciudades más sorprendentes y con más encanto que podemos encontrar en España. Allí nos topamos con un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente sorprendentes y espectaculares, como es el caso de lo que se conoce como Muralla del Revellín.

Estamos ante los restos de las fortificaciones que hubo en Logroño, de las que se conservan dispersos fragmentos, así como la puerta que está orientada al oeste. No podemos dejar de mencionar que el proceso más importante de fortificación de esta ciudad se llevó a cabo entre los años 1498 y 1540, cuando se reforzó la antigua muralla de origen medieval.

Las Muralla del Revellín, a través de su historia y sus características

Para conocer su origen, debemos viajar a un hecho histórico concreto: el levantamiento comunero en Castilla. Este periodo, marcado por enormes dificultades, fue aprovechado por las tropas del Rey Francisco I de Francia, con el general Asparrot al mando. Tras recuperar el reino para Enrique II Albret, no dudaron un solo segundo en cruzar el río Ebro para asediar Logroño durante una semana. Un hecho histórico que se conoce como el Cerco de Logroño de 1521 y que se sigue recordando en las fiestas patronales de San Bernabé.

La leyenda respecto a estos hechos aseguraba que sus huestes contaban con 30.000 soldados, pero recientes investigaciones han reducido ese número a 8.000. Sea como sea, aproximadamente 3.000 soldados castellanos resistieron, al mando de diversos capitanes como Pedro Vélez de Guevara, Pedro de Beaumont o, incluso, Diego de Vera. El desenlace de esta acción fue negativa para los franceses, puesto que, por diversas razones, se vieron obligados a levantar el asedio.

Muralla del Revellín, Logroño
Muralla del Revellín, Logroño | Imagen de jynus, licencia: CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Lo cierto es que, con este ataque, se hizo hincapié en la gran importancia estratégica de Logroño que, por aquel entonces, era popularmente conocida como “la llave de Castilla”. Tras lo ocurrido, las autoridades se vieron obligadas a reforzar sus defensas. Por lo tanto, un año después de los hechos, se llevaron a cabo diversas obras de ampliación y mejora de las fortificaciones de la ciudad. De este periodo se conservan los restos más visibles de la muralla, adosada al conocido Cubo del Revellín.

No podemos dejar de mencionar que, a partir de la segunda mitad del siglo XVI, Logroño fue perdiendo poco a poco esa importancia defensiva que tantísimo le caracterizara. Así pues, el deterioro de sus murallas era más que evidente. Con el paso de los siglos, se construyeron edificios particulares adosados a la misma, lo que no impidió que se conservaran los restos que podemos encontrar en la actualidad.

La Muralla del Reverín, el Cerco de Logroño y las Fiestas de San Bernabé

Tres cuestiones bastante diferentes, pero que cuentan con un elemento en común, y es lo ocurrido en 1521. Con el fin de conmemorar este hecho histórico que marcó un antes y un después en el desarrollo de “la llave de Castilla”, durante las Fiestas de San Bernabé, la cofradía del Pez obsequia a los ciudadanos con una ración de pan, de peces y de vino. Un gesto que se realiza en las inmediaciones de la muralla del Revellín.

Esta curiosa celebración tiene su origen entre los años 20 y 30 del siglo XX y, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las tradiciones más consagradas en Logroño, una ciudad que cada año que pasa acoge a más visitantes no solamente durante sus fiestas, sino también durante el resto del año. ¡Es espectacular!

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