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GALICIA

A Lanzada, descanso frente al Atlántico

El municipio pontevedrés de O Grove puede presumir, entre otras cosas, de contar con la que está considerada la playa más famosa de toda Galicia. Un título bien merecido por su belleza, coronada por la ermita de Nuestra Señora de la Lanzada y con espacio para la práctica de varias modalidades de surf.

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Hablar de la playa de La Lanzada es hacerlo, en realidad, de tres, pues son en estas partes en las que se dividen los tramos de la que está considerada la playa más famosa de Galicia. Espacio hay para compartimentarla, y es que toda la longitud del arenal supera los dos kilómetros y medio de largo, con un ancho medio de 20 metros que permite una alta ocupación cuando el calor aprieta. Así, Áreas Gordas, Lapa y La Lanzada son las tres partes en las que se divide.

Galardonada con bandera azul de la Unión Europea desde hace décadas, se encuentra en el istmo que una la península de El Grove con tierra firme. De hecho, pertenece a este municipio pontevedrés, a la entrada de la ría de Arosa, y que durante siglos fue objeto de ataques tanto de musulmanes como de normandos, y después de los piratas británicos.

Seguro que si tanto atacante hubiera visto las posibilidades de dejar la batalla por una buena mariscada y unas horas de sol, olas y arena fina en A Lanzada, en vez de saquear el pequeño municipio, hubiera compartido y brindado por una paisaje hermoso como el que se disfruta aquí.

Rodeada por un entorno natural de dunas protegido por la Red Natura 2000, la playa es uno de los lugares preferidos por los practicantes de surf en esta zona de las Rías Baixas. Pero no solo el cabalgar las olas con la tabla. También hay espacio para otras modalidades que exigen gran oleaje como el windsurf o el kitesurf, gracias a su apertura al mar.

Una primera visita a esta playa no puede completarse sin que nos acerquemos a la ermita de Nuestra Señora de la Lanzada, que es uno de los símbolos de este rincón de Galicia. Es pequeña y sencilla, pero suficientemente hermosa como para ser una muestra representativa del románico tardío gallego. Levantada en el siglo XII sobre restos de otra más antigua, pertenecía a la fortaleza construida en el siglo X para defenderse de los normandos.

Su fachada austera destaca por su único adorno, un pequeño arco y un discreto rosetón. Con ábside semicircular y cuatro columnas adosadas, todo es modesto. La capilla tiene planta rectangular, una sola nave en dos tramos separados por un arco sobre columnas y su interior guarda un retablo barroco. Situada al final de una península, desde ella se domina toda la costa cercana.

A Lanzada cuenta con todos los servicios, y su cercanía a pueblos turísticos como Sanxenxo asegura la disponibilidad de hoteles y restaurantes en los que hospedarnos si queremos elegirla para pasar unos días estas vacaciones. La limpieza de sus aguas y la calidad del arenal nos permitirán disfrutar tanto en familia como con amigos. La carretera no queda lejos, pero sí separada de la playa por las dunas, por lo que la sensación de estar en plena naturaleza es completa.

Galicia, con playas como esta, se reivindica como un destino en el que poder tostarse al sol sin echar de menos latitudes propias de palmerales y aves exóticas. Y, de paso, con la posibilidad de completar la escapada con marisco del bueno, un buen vino blanco de la tierra y quesos artesanos. ¿Alguien da más?

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Turgalicia

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