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España

La Inmaculada Concepción a golpe de escobazo encendido.

La singular y tradicional fiesta de Jarandilla de la Vera

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En Jarandilla de la Vera, la tradición manda celebrar la Inmaculada Concepción a golpe de escobazo de brezo encendido. Al anochecer del día 7 de Diciembre, el pueblo celebra la fiesta de Los Escobazos, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional, en honor a la Inmaculada Concepción. El origen de esta singular tradición no se conoce a ciencia cierta, aunque se cree que viene de los pastores que bajaban de la sierra después de largos períodos alumbrados con escobones encendidos. Al llegar a Jarandilla los apagaban a golpes, dándose escobazos amistosos unos a otros. Y así, hasta nuestros días. La fiesta comienza con la petición de rosca. El estandarte se recoge a caballo, de manos del párroco, en la puerta de la Iglesia de Santa María de la Torre, una iglesia que data del Siglo XII y XIII. Se procesiona por Jarandilla al grito de ¡Viva la Virgen de la Concepción! Y todos responden ¡Viva! Todos recorren las calles de Jarandilla de la Vera gritando vivas a la Virgen de la Concepción al son del tamboril. Las plazas y las calles se llenan de gente con escobones  que se encienden al anochecer. Aunque te den escobazos no te preocupes porque nadie atiza por encima de la cintura, eso sí, procura llevar pantalones largos por si acaso. La procesión se acompaña llevando haces de escobones envueltos en llamas y a su paso se van enciendiendo numerosas hogueras. Las calles se transforman en un vibrante espectáculo de luz y fuego, escobazos van y escobazos vienen entre vecinos y amigos. Todo a la espera de que llegue el mayordomo con el estandarte de la Inmaculada Concepción. Cuando llega de nuevo el Estandarte a la plaza, después de recorrer toda la localidad se pone punto y final a batalla de los escobones y se entrega de nuevo al párroco. Una escapada a Extremadura en este puente de diciembre nos lleva a vivir esta curiosa fiesta en familia o con amigos. Pero Jarandilla de la Vera es mucho más, una localidad con un bellísimo entorno natural con sus paisajes de frondosos bosques de robles, castaños y encinas. Y el agua como parte fundamental que abraza a Jarandilla con dos gargantas, Jaranda y Jarandilla, cruzadas por puentes romanos y  medievales. Los amantes de la naturaleza y de las actividades deportivas al aire libre, van a encontrar aquí un entorno idóneo para emprender rutas a caballo, bicicletas de montaña, senderismo o rutas guiadas. Son varias las empresas que ofertan estos servicios. Y patrimonio como el Castillo Palacio de los Condes de Oropesa, hoy Parador de Turismo, donde residió el Emperador Carlos V antes de trasladarse al Monasterio de Yuste. La Iglesia de Santa María de la Torre, la Ermita de Sopetrán, el Convento de San Agustín de estilo renacentista, la Ermita del Cristo del Humilladero del siglo XVI, los puentes romanos, y las ruinas del convento de San Francisco, las ruinas de la Berrocosa, las de Santa Lucia  junto a la garganta y la ermita de San Clemente. Jarandilla de la Vera nos espera en este puente para disfrutar de los Escobazos.

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