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HOTEL EL COLOQUIO DE LOS PERROS

El hotel donde dormiría Cervantes en Valladolid

El Coloquio de los Perros se encuentra en el centro de la ciudad y homenajea una de las obras más famosas del autor.

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Berganza y Cipión, dos perros que están en una perrera viendo pasar sus últimos días, comienzan a hablar de manera repentina. Al tener el don del habla, empiezan a conversar y le cuentan a Manolo, el guardián de la perrera, los detalles de sus vidas y de las personas a las que han acompañado.

Esta historia salió de la imaginación de Miguel de Cervantes y es una de sus novelas ejemplares. “El Coloquio de los perros” narra escena tras escena el diálogo de estos dos animales de una forma casi poética y con toques de novela picaresca. Para conocer más en detalle la historia, uno puede acudir a la biblioteca y leer. Pero, si lo que quiere es meterse en ambiente, es recomendable que acuda durante al menos una noche, a Valladolid.

¿Por qué Valladolid? Pues porque fue en la capital castellana en donde Miguel de Cervantes Saavedra vivió en el año 1605, una época en la cual la corte de Felipe II se trasladó a la ciudad. Pero, si uno decide conocer más a fondo la localidad y seguir los pasos del escritor, no puede alojarse en cualquier hotel, sino en concreto en uno boutique que ha abierto sus puertas hace no mucho tiempo y que se encuentra en pleno centro de la ciudad. Se llama El Coloquio de los Perros, haciendo honor a la novela y su ubicación es excepcional: justo en una esquina entre la Universidad de Valladolid y la Catedral.

Por ello resulta el punto idóneo para conocer la ciudad, saborear su amplia oferta gastronómica, disfrutar de las actividades y eventos culturales que tienen lugar entre sus calles y conocer cada tienda, rincón y monumento. El Coloquio de los Perros es uno de esos hoteles que a uno le hacen sentirse como si estuviera en su propia casa, ya que combina a la perfección los elementos estructurales antiguos con decoración con toques modernos.

Se encuentra dentro de una casa burguesa que data del siglo XIX y aún mantiene parte de la esencia de la misma. Todas las habitaciones están insonorizadas, cuenta con aparcamiento privado y una atención personalizada para cada huésped. Tiene habitaciones de varios tipos: individuales, dobles o suites, todas ellas especiales. Y es que uno de los placeres de alojarse en El Coloquio de los Perros es, sin duda alguna, abrir las cortinas de la habitación y ver en primera fila la Catedral.

Las vistas desde cualquiera de sus ventanas son envidiables e inevitablemente contagian a cualquiera de una curiosidad desbordante por conocer la ciudad paso a paso. Una buena opción para los amantes de Cervantes en particular, de la literatura en general o simplemente de los hoteles singulares en ciudades con mucho que ofrecer.


Más información:

Hotel Coloquio de los Perros



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