Fascinación natural en la ruta de los Ammonites

Una pequeña carretera asfaltada desde el pueblo de Villanueva de la Concepción es el camino que permite llegar al Torcal de Antequera, que con apenas 11 kilómetros cuadrados representa una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de toda Europa. Situado en el centro de la provincia de Málaga, en los valles de la cordillera Subbética, su belleza es impresionante, con rocas moldeadas durante milenios por el viento. Existen varias rutas de senderismo que se han codificado por colores. Cada una de ellas tiene una extensión, de entre 1,5 a 4,5 km de longitud. La más antigua es la Amarilla, de 3 km. y recorrido circular, que se introduce por macizos calizos y pasillos espectaculares entre las rocas (la Verde es justo la mitad y también circular, por si no se puede hacer la primera). También hay senderos que no son de uso público. Entre ellos la llamada Ruta de los Ammonites, de unas dos horas y media de duración, y que transcurre por una zona de acceso restringido. De ella se encarga el Centro de Visitantes de El Torcal Alto, que cuenta con un equipo de guías (8 € por adulto, y es necesario contactar previamente para asegurar la disponibilidad). Entre los puntos de parada se encuentran El Pilón del Tintero, la figura del Sombrerillo, simas como Sima Rasca o las ruinas de la casa de Juan Ramos (el antiguo cantero). Los amantes de la fauna y flora exótica están aquí de enhorabuena, pues hay muchas especies endémicas. Los buitres leonados son asiduos del Torcal, pero también los buhos reales, la collalba negra y rubia, el cernícalo... y reptiles como la culebra de escalera y bastarda, la víbora hocicuda... Aunque la más majestuosa, además del buitre, es la cabra hispánica. En primavera peonias y lirios inundan cada rincón, formando un paisaje hermoso, aunque también en invierno, cuando nieva, es espectacular. Una escapada al Torcal en familia es sinónimo de naturaleza y experiencia inolvidable.