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España

Ézaro, un pueblo con una cascada en el mar

El Xallas es el único río europeo que desemboca en cascada y está en la Costa da Morte, en Galicia

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En la magnífica e imponente Costa da Morte, en el gallego Concello de Dumbria, se encuentra un singular pueblo que llama la atención por sus características naturales. Pertenece a la provincia de La Coruña y algunos días concretos en los que las compuertas del embalse se abren, la cantidad de agua que baja la cascada es mayor e impresiona aún más. Como si se tratara del mismísimo Niágara, pero en Galicia, la cascada de Ézaro atrae cada año a miles de visitantes que quedan sorprendidos por el magnífico paisaje que se puede observar desde prácticamente cualquier punto de su paseo marítimo, el cual bordea toda la costa y se puede recorrer sin prisa pero sin pausa. Es el río Xallas, que va a morir al mar Atlántico en el pequeño pueblo de Ézaro y lo hace en un enorme salto sobre las rocas de granito de este acantilado. Durante unos años este espectáculo no se pudo ver pero gracias a la movilización de varios colectivos, desde 2011 el último tramo del río –el que va desde el embalse de Santa Uxía hasta la cascada- está abierto de forma permanente. Este río nace en Monte Castello y recorre más de 60 kilómetros hasta terminar en un salto de agua de más de 100 metros de altura que a lo largo de su historia ha dado lugar a la invención de varias leyendas, siendo la única con estas características en el continente europeo. Al lado de la cascada hay una central hidroeléctrica en la que se puede entrar para que los responsables expliquen cómo se aprovecha la energía que genera esta caída del agua, algo interesante para toda la familia. Los visitantes que se acerquen a ver este espectáculo natural también pueden aprovechar el día para ver el cabo Finisterra, que se encuentra a poca distancia. Otra opción es visitar el pequeño pueblo, disfrutar de la rica gastronomía gallega o pasar un día en su tranquila playa, muy cerca de la cascada, lo cual es un plan muy relajante después de realizar una excursión subiendo hasta el mirador y llevar a cabo una pequeña caminata. La cascada de Ézaro es un paisaje de auténtica postal, en el que además se respira aire puro y se puede contemplar uno de los rincones más excepcionales de Galicia.

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