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DESCANSO EN CANDELEDA (ÁVILA)

Escapada a una acogedora casa en el campo en plena Sierra de Gredos

La Casa de los Tomillares es un hotel para la gente a la que no le gustan los hoteles. Recibir masajes, irte de picnic por Gredos o realizar senderismo desde primera hora son solo algunas de las opciones de un remanso de paz con una decoración exquisita.

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Con la llegada del otoño, la Candeleda, en Ávila, comienza a tomar los colores ocres y rojos de la temporada, protegida del frío de la meseta castellana por la Sierra de Gredos. Al sur, los ríos Arbillas y Tiétar recogen las aguas de las  lluvias dando vida a un paisaje privilegiado, de altas cimas donde viven en comunión la cabra hispánica, robledales, brezales y, en las laderas y en los valles, huertas y cultivos, encinas y robles. Por todas partes, miles de aves como la cigüeña negra, las garzas, los patos y las grullas forman parte del entorno. Un pequeño paraíso natural a escasos kilómetros de la capital.

Septiembre es el mes de las escapadas. Hay que aprovechar el buen tiempo y disfrutar de las actividades al aire libre antes de la llegada del invierno. La Candeleda es una magnífica opción, y más si se toma como 'centro de operaciones' la casa de los Tomillares. Desde allí, además de paseos por la finca y picnics, puedes hacer senderismo guiado por Gredos, con rutas de diferente dificultad, montar a caballo, jugar al golf en Candeleda, practicar piragüismo por el río Tietar y o acercarte hasta al embalse de Rosarito, que se encuentra a 1,5 kilómetros. La caza es otro de los alicientes de la zona, y si viajas con los más pequeños, una visita  al museo de las abejas o a las cuevas del Águila puede ser un plan estupendo.

El hotel Rural La Casa de los Tomillares dispone de siete estupendas habitaciones, ideales para una escapada romántica. Y con una peculiaridad, casi todos sus muebles están a la venta. Su propietaria, anticuaria y decoradora desde hace 22 años, ha creado un espacio de lujo y confort para que te sientas como en tu propia casa de campo, con todos los detalles de un gran hotel. La Casa de los Tomillares un hotel para la gente a la que no le gustan los hoteles.

Las habitaciones, con vistas al jardín, están todas decoradas de forma diferente, con preciosas telas, y magnificas camas king size, con climatización individual por suelo radiante tanto de calor como de frío, amenities de L’Occitane, wifi, servicio de habitaciones y piscina (desde 174 €/noche con desayuno; y la estancia mínima para un fin de semana es de dos noches).

La belleza del entorno y sus jardines nos invitan a disfrutar de los espacios al aire libre. Un auténtico placer, en especial, durante estos últimos días de verano alrededor de la piscina. Además, la oferta cultural, gastronómica y deportiva es amplia, así que puedes solicitar un almuerzo tipo picnic para llevar o para disfrutar en cualquier rincón de la finca. Si prefieres descansar, el restaurante sirve el almuerzo en el empedrado, a la sombra de una pérgola o bajo una frondosa encina con vistas a Gredos,  y la cena, en el jardín iluminado, o en el comedor cálidamente amueblado.

Menús elaborados con productos frescos de temporada, recetas deliciosas y creativas como el Risotto cremoso de boletus y trufas, el Rabo de toro desmigado con patatas al tomillo, o perdices estofadas, tórtolas... Y por supuesto, postres deliciosos y caseros como la Tarta Tatín con helado de hierba buena y macaron de chocolate con fruta de la pasión, Milhojas de hojaldre hecho en la casa con crema y frambuesas o tarta de limón con merengue. Un placer para los sentidos (menú, 49 €/persona, bebidas aparte).

Y los sábados, en otoño y en invierno, clases de cocina impartidas por dos chef Cordon Bleu que elaborarán un primero, un segundo plato y un postre, un curso que incluye técnicas y trucos de los platos elaborados. El precio de los cursos de cocina es de 120 €/persona.

Pero si  lo que prefieres es descansar, también puedes relajarte con un magnifico masaje. La masajista podrá ir a tu propia habitación con la camilla para que estés lo más cómodo posible.

Una casa de campo acogedora concebida como un alojamiento único, encantador y lleno de pequeños detalles. Un hotel diferente en el que te sentirás como en tu propia casa.

Más información:
Casa de los Tomillares

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