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Enoturismo

Descubriendo la Ruta del Vino de Lleida

Nuestro destino es en esta ocasión la provincia de Lleida y el viaje tiene como objetivo descubrir algunas de las 43 bodegas que se reparten por todo el territorio y conforman su ruta del vino.

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Lleida también tiene su propia denominación de vinos. La Denominación de Origen Costers del Segre está formada por 43 bodegas dispersas en un territorio en el que encontramos siete paisajes diferentes y unos mosaicos de colores que alegran la vista y el espíritu al visitante.

La Ruta del Vino de Lleida se extiende por siete zonas distintas: Raimat, Segriá, Pallars Jussà, Urgell, les Garrigues, la Vall de Rurobe y Artesa de Segre, cada una con sus rasgos propios que hacen a sus vinos diferentes.

A lo largo del camino los sentidos se mantienen alerta y aunque en un primer momento entran las prisas para no perderse ni los bosques paradisiacos, ni las rutas en kayak por pantanos o ríos, los descensos por barrancos y senderos de montaña en bici, el patrimonio arquitectónico y artístico, la rica gastronomía local o los exquisitos vinos, se impone el deseo de saborear hasta los detalles más ínfimos por lo que las prisas deben dejarse a un lado y hay que dejar que sean los sentidos los que tomen el timón durante todo el trayecto.

Como es tan amplia, sugerimos cuatro itinerarios por el sur de la provincia, próximos a Lleida. En esta escapada se pueden visitar bodegas para probar sus vinos en catas y se puede realizar algún curso si es deseo del viajero. Algunas bodegas ofrecen además alternativas culturales o arquitectónicas.

El primero de los itinerarios podría comenzar en Artesa de Segre al Castell del Remei, en el valle amable de Baldomar, donde está labodegas Vall de Baldomar, una aventura personal que desembocó en empresa y que entre sus caldos destaca la niña de los ojos, su marca Cristiari. En este itinerario hay que visitar también la centenaria bodega Castell de Remei, construida en 1780 con una producción de 800.000 botellas al año y unos caldos de gran prestigio nacional e internacional, avalado por premios. Destina la mitad de la bodega a la crianza en barricas.

Con la segunda ruta uno se adentra en los valles del río Corb, desde Tárrega hasta Montblanc, sin dejar de visitar Verdú y Vallbona de les Monges. En este trayecto nos topamos con Celler Cercavins, que elabora sus vinos con variedades de uvas tintas tempranillo, syrah, cabernet sauvignon y merlot, y las blancas macabeo, sauvignon blanc y verdejo, entre otras. Solo utilizan parte de su cosecha para llenar las 100.000 botellas que producen al año. En Nalec está la joven bodega Analec, propiedad del enólogo Xavier Figuerola Mulet que celebra este año el 10º aniversario de su primer vino, así que es un buen momento para acercarse y realizar una de las dos actividades que ofrecen: visita de la bodega y degustación con la posibilidad o no de recorrer los viñedos.

La tercera inmersión en la cultura vitivinícola por tierras de Lleida se realizada por la comarca de Les Garrigues. El punto de partida en esta ruta es Vinaixa, y se llega a Les Borges Blanques, L’Albi y Cervià. Mas Blanc i Jové y Tomas Cusiné son dos bodegas que nos encontramos al sureste de la provincia de Lleida.

Aunque Mas Blanc i Jové es un pequeño celler creado en 2006, tiene su origen en el arraigo familiar a la tierra y al vino; como elemento diferenciador integra el arte. La bodega está decorada con un mural homenaje al mundo del vino del pintor catalán Guinovart, quien fue además el ideólogo del Viñedo de los Artistas, una sala de exposiciones al aire libre en los viñedos que acoge una intensa actividad cultura.

El enólogo Tomàs Cusiné es el propietario de la bodega homónima ubicada en la localidad de El Vilosell. Con 10 años de experiencia, sus vinos con carácter se venden en más de 30 países. En la finca de esta bodega está la Ruta de las Cabañas, formada por construcciones de arquitectura popular de los siglos XVIII y XIX utilizadas en aquellos tiempos para guardar las herramientas.

Otra alternativa es optar por la ruta que comienza en Lleida y que acaba en Raimat, donde se encuentra la bodega Raimat que Cordoníu tiene en la comarca del Segriá en Lleida. Vigilando sus viñedos se encuentra el castillo Raimat que la familia Reventó compró en 1914 y utiliza como residencia y alquila para la celebración de eventos. Es uno de los centros vitivinícolas más innovadores y prestigiosos del mundo y sus vinos, espumosos y cavas han conseguido solo en el último año unos 20 premios.

Ésta es solo una muestra de las numerosas opciones que ofrece la Ruta de Lleida. Mientras se realiza la ruta enológica por la provincia se aprecia el paisaje cambiante poblado por cepas caprichosas que unas veces habitan en tierras a 200 metros del nivel del mar o, más al norte, se empeñan en escalar los Pirineos para impregnarse de los matices que encuentran a 1.000 metros de altitud. El contraste térmico que sufren, o mejor dicho del que disfrutan, es el que hace que los vinos que se destilan con estas uvas sean tan especiales.

Más información:
Ruta del Vino de Lleida

Diputación de Lleida

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