España
El Castillo de Sigüenza es Parador
El Parador de Sigüenza, un castillo para San Valentín.
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Con el 14 de febrero a las puertas, pensar en cuentos, reyes, reinas y castillos parece inevitable. Y es que el amor es un poco así, de cuento de hadas y novela romántica, por eso el lugar que elijas para celebrar al santo tiene su importancia. El Parador de Sigüenza es una buena opción y la oportunidad de hacer noche en un castillo medieval, uno del S.XII convertido por Paradores en un cuatro estrellas de lujo y ensueño. El Castillo de Sigüenza, hoy parador, fue, si nos atenemos a la historia, más palacio-fortaleza de obispos que de reyes y se construyó sobre vestigios romanos y los restos de una alcazaba árabe; sufrió diferentes reformas a lo largo de los siglos, y las guerras que han acontecido en nuestra historia lo llevaron al S.XX merecedor de una reforma que acabó por convertirlo en Parador de Turismo. Te encantará su patio empedrado y sus salones señoriales, pero lo que te rendirá del todo a este Parador son sus habitaciones de decoración castellana, sobre todo si eliges una de las que lucen cama con dosel. En la cocina prima la tradición castellana y los productos de temporada, platos como las migas y torreznos, cabrito lechal asado al horno o bacalao y, de postre, los famosos borrachitos seguntinos. Además, Sigüenza no es sólo su Parador medieval, se trata de una ciudad milenaria y medieval cargada de historia escrita en piedra: podrás visitar su Catedral, sus calles y sus plazas, la Travesaña medieval y el barrio barroco de San Roque; en sus alrededores, descubrirás el arco romano de Medinaceli, el Monasterio circense de Santa María de la Huerta y parajes naturales como el Parque Natural del Río y Hayedo de la Tejeda Negra. Conviértete en el rey o la reina de tu vida y alójate en un castillo real por una noche o unos días, date el capricho de conocer un poco más Castilla y Guadalajara, la historia de la reconquista y la de una comarca que lo fue romana, visigoda y también de Al-Ýndalus. Se trata de un viaje de distancia corta en los kilómetros y quien sabe si en la intención, dadas las fechas; en el Parador de Sigüenza te lo ponen fácil porque el 14 de febrero el cava y las fresas, incluso el chocolate, lo ponen ellos en función del paquete de San Valentín que elijas.
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