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España

El Capricho de Cotrina, un sueño modernista

Situado en la provincia de Badajoz, con mosaicos y una estética propia de Gaudí

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Lo bonito y también lo sorprendente de la arquitectura es que tiene múltiples facetas con las que siempre consigue deslumbrarnos. De pronto, en medio de un paisaje aparentemente tranquilo y lineal, nos encontramos con una construcción que parece sacada de la imaginación, que rompe con el entorno y llama la atención de todo aquel que pasa por el lugar. Es el caso de El Capricho de Cotrina, un edificio que hace honor a su nombre y es el resultado de los sueños y el capricho de don Francisco González Gragera. Se encuentra muy próximo a la sierra de San Cristóbal, y se puede llegar a él dirigiéndose al cruce entre las carreteras Ex101 y Ex364. Pero, una vez llegados al lugar, ¿qué se puede esperar? Es un edificio de estilo modernista que podría confundirse, de lejos y de cerca, con una de las obras del mismísimo Salvador Dalí. Esta construcción localizada en Los Santos de Maimona, en Badajoz, es un lugar que merece la pena visitar ya que comenzó a edificarse en el año 1989 y a día de hoy tiene una superficie de 183 metros cuadrados. Su creador ideó este proyecto siguiendo los deseos de su hija pequeña, quien quería tener una casa de campo que no fuera igual que las demás. Y él, como cualquier padre, hizo todo lo que estuvo a su alcance para construir un palacio con apariencia de castillo de cuento de hadas para que ella se sintiera como una auténtica princesa. Por supuesto, con mucho empeño y trabajo, lo consiguió, y actualmente el llamado Capricho de Cotrina atrae a multitud de visitantes que se acercan a los alrededores para contemplar la obra de Francisco González Gragera. Este palacio está construido con mampostería de piedra caliza, cemento y ladrillo. Su revestimiento es de mosaicos de varios colores, creando una apariencia alegre y un acabado muy llamativo. Las formas curvas y redondeadas se entrelazan en un juego en el que también participan las figuras ornamentales. Y la naturaleza es la protagonista de toda la inspiración, pudiendo encontrar en el Capricho de Cotrina animales y plantas. En un primer momento se ideó para ser una vivienda, por ese motivo la construcción está dividida en habitaciones y estancias, pero en la actualidad no está habitado. A su alrededor hay un estanque con una cascada, un taller en el que se realizan objetos de mármol e incluso una fuente. Si estás pensando en realizar una escapada a Badajoz y quieres ver algo fuera de lo normal, te recomendamos que te acerques hasta el Capricho de Cotrina.

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