CASTELLÓN

Así es Ares del Maestrat, uno de los pueblos más singulares de Castellón

Rodeado de un paisaje abrupto, en lo alto de una peña, se encuentra el que bien podríamos decir que es uno de los mejores miradores de la provincia de Castellón: Ares del Maestrat.

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No se trata de un balcón natural o de la parte alta de un edificio. Es, en realidad, un municipio entero que, gracias a su ubicación privilegiada, tiene unas vistas fascinantes de todo lo que se encuentra a su alrededor. Ares del Maestrat tiene apenas unos cientos de habitantes, y es uno de los pueblos más singulares de toda la Comunidad Valenciana. Se halla a 1195 metros de altitud y parece colgado del cielo. Porque preside la zona, montañosa y llena de árboles, con los restos de un castillo medieval y una ermita como protagonistas en el punto más elevado. Desde allí, las vistas del Maestrazgo castellonense son impresionantes.

Su casco histórico conserva todavía hoy el encanto de antaño. El de los pueblos fortificados, con callejones estrechos y empedrados, plazas con soportales y casas de muros gruesos. Pasear por allí es toda una delicia, aunque no se tenga un rumbo fijo. No obstante, sí hay algunos lugares concretos que merece la pena descubrir.

Podemos hacer mención, por ejemplo, a su Iglesia de la Asunción, de estilo gótico, así como a la Lonja, una construcción que data del siglo XIII y que antaño servía como punto de encuentro comercial. Por supuesto, cabe recordar que en Ares del Maestrat se conservan los restos de murallas y torreones de un viejo castillo árabe, un recuerdo de lo importante que fue esta pequeña localidad en la Edad Media.

Ares del Maestrat
Ares del Maestrat | Imagen de Juan Emilio Prades Bel, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

El pueblo en sí mismo, como has podido comprobar a estas alturas, tiene bastantes cosas que ofrecer al visitante. Sin embargo, también en los alrededores hay mucho que hacer. Y es que Ares del Maestrat sirve como punto de partida para disfrutar de la naturaleza cercana, de lugares como las cuevas del Barranco dels Molins o el Molino de Salt.

Por supuesto, también hay hueco para disfrutar de la gastronomía, pues en Ares del Maestrat se pueden degustar platos que muestran la esencia del interior de la provincia. Guisos de caza, embutidos artesanos o el cordero del Maestrazgo son algunas de las delicias que se pueden probar en un paseo por este pueblo castellonense, que cabe decir que gana en belleza en invierno, cuando es posible verlo cubierto de nieve.

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