Europa
Zeeburg, el camping de los vagones del arcoiris
Situado a las afueras de Ýmsterdam, es uno de los alojamientos sostenibles más coloridos y se compone de antiguos vagones de tren reconvertidos.
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Pocos campings pueden compararse con el Zeeburg. Situado al este de Ýmsterdam, en una pequeña isla a orillas del IJmeer, un lago de borde artificial ganado al mar, se ha convertido en el lugar preferido para descansar para los amantes de la naturaleza sin, por ello, renunciar a estar a un paso del centro de la capital holandesa. Y es que, gracias a los canales y a su perfecta ubicación, es posible acercarse a muchas zonas de la ciudad andando, en bici o incluso en káyak, gracias a las rutas que el propio camping ha creado para sus huéspedes. Estos no se quedan en las tiendas de lona convencionales, ni en caravanas. Pueden elegir entre hacerlo en pequeños albergues de paredes multicolores o, no menos coloridos, vagones de tren reconvertidos en habitaciones. Como si se tratara de un arcoiris, ver alineados los vagones, cada uno pintado en diferentes colores, es toda una instalación artística contemporánea. Se llaman Wagonette y pueden reservarse a partir de marzo (cierran durante el invierno). Son como un hostal, ya que están equipadas con literas, mesas, sillas, calefacción... y no les falta una pequeña terraza privada cubierta. Son para parejas o grupos de cuatro personas y en ellas no se puede cocinar o tener mascotas (mínimo dos noches de reserva, que cuestan 75 € en el caso de dos personas). Con el buen tiempo, es perfecto además para descubrir las playas urbanas de Ýmsterdam, ya que se encuentran en el distrito de Ijburg, el mismo que el camping. Este se compone de seis islas artificiales y, al ser de nueva construcción, todos los negocios son casi de estreno, con restaurantes y discotecas pensados para los más jóvenes. Ýmsterdam no deja de sorprendernos y, sobre todo, de ganar terreno al mar. Ahora, además, con antiguos vagones de tren como lanzaderas. Como para querer perdérselo.
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