PAPA NOEL VUELVE A LAS ANDADAS
Utrecht es un mercadillo
No hay mejor sitios para
disfrutar del bonachón de Papá Noel que en los países cercanos al norte
europeo. Y uno de esos lugares es la ciudad de Utrecht, porque no solo de
Amsterdam vive Holanda.

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Enclavada a orillas del Rin,
y con un casco viejo medieval impoluto, Utrecht es uno de esos sitios que vive
la Navidad al cien por cien. Aquí, Papá Noel es el rey indiscutible, tipo
bonachón y con campana en mano que, con el don de la bilocación, se deja ver
por sus famosos mercadillos y sus callejuelas repletas de nieve en estas
fechas. La ciudad se engalana para recibirle y los puestos a pie de calle son
uno de los reclamos que todo viajero no puede perderse.
Durante el fin de semana del
9 al 11 de diciembre numerosas plazas de Utrecht se inundan de mercadillos
navideños y se abre al público una enorme pista de patinaje sobre hielo. Pero
los puestos callejeros no solo ofrecen los típicos aditamentos decorativos,
sino también dulces y bebidas calientes propias de estas fechas… y grupos de
villancicos cantando en la calle.
Pero ya que uno se acerca a
esta ciudad, una de las más burbujeantes de Holanda tras Amsterdam, merece la
pena visitar otros lugares aparte de los rincones por los que se mueve el señor
de la larga barba blanca y barriga prominente. Y la Torre Dom es obligatoria.
Es la torre de iglesia más alta y más antigua del país y el símbolo de la
ciudad. Se construyó entre 1321 y 1382 y tiene 112 metros de alto. Acérquese y
escuche sus trece campanas, que pesan entre 400
8.200 kilos. Es impresionante. Si quiere disfrutarla al máximo deberá
subir 465 escalones pero merece la pena: las vistas son espectaculares.
Utrecht es el centro
neurálgico de los ferrocarriles en Holanda, así que, como no podía ser menos,
su Museo de Trenes es una maravilla.
Abrió sus puertas en 1927 y está dedicado a conservar equipos históricos de los
ferrocarriles. En 1954 el museo se trasladó a lo que sería su sede permanente,
la estación Maliebaan y a finales del siglo XX se llevó a cabo una reforma de
gran magnitud y se agregaron instalaciones nuevas y modernizadas. En 2002 el
edificio fue remodelado por completo para hacerlo más atractivo al público y se
incorporaron exposiciones interactivas.
Si es un amante de las cosas
bonitas… y de la arquitectura, no puede dejar de contemplar la casa
Rietveld-Schröder, diseñada por el arquitecto holandés Gerrit Rietveld en 1924
y bautizada como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, considerada la obra
maestra arquitectónica del movimiento artístico moderno De Stijl. Durante el
2017 la casa será el punto de enfoque de las celebraciones de Mondrian al Dutch
Design, marcando los 100 años del De Stijl. La casa es una composición
tridimensional y asimétrica que juega con la transición armoniosa entre dentro
y fuera, un esquema de colores primarios audaz y espacios habitables flexibles
transformados por puertas deslizantes.
Y como a estos asuntos
navideños se suele ir con niños, una
opción imprescindible es la Dick Bruna (Casa de Dick Bruna), un museo dedicado
por completo a Dick Bruna y su creación, la conejita Miffy. Los cuentos de esta
pequeña de ojos minúsculos se han traducido a 40 idiomas y en todo el mundo se
han vendido más de 85 millones de ejemplares. Es, al mismo tiempo, un personaje
infantil y una marca de moda. De paso, y ya que está allí, enfrente se
encuentra el Museo Central de Utrecht, ¿por qué no?
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