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EL DISTRITO MÁS BOHEMIO DE VILNA

Užupis, el barrio que quiso ser república independiente en Lituania

Junto al río, lleno de terrazas a cuál más bucólica, tiendas de artesanía, galerías de arte y casas 'okupadas', la modernidad tiene un hueco especial en Užupis. Hace décadas, 'declaró' su independencia, con una Constitución que arranca sonrisas y hace soñar en un mundo mejor.

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Vilna, la capital de Lituania, es una ciudad sorprendente y encantadora. Lo demuestra en prácticamente en cada esquina, ya que no hay calle, especialmente en su centro histórico, que no tenga mil cosas que contarnos, bellas casas con patios interiores que esconden palacios, tiendas con un encanto que no imaginas y, sobre todo, una población siempre con una sonrisa. Pero hay una sorpresa que asombra por encima del resto. Al igual que ocurre en Copenhague con Cristiania, aquí también hay un distrito que ha declarado su 'independencia' del resto de la ciudad: Užupis.

Caminando no más de 10 minutos desde las calles más transitadas del centro urbano, siguiendo el curso del río por un pequeño parque que empieza en una de las iglesias más emblemáticas de Vilna, la de Santa Ana, se llega a un puente que es la entrada 'natural' de este país efímero pero real, intenso y divertido, bohemio y vanguardista. Además, resulta imposible no sentirse atraído por este, en tanto que lo primero que vemos es una sucesión de terrazas junto al río, compuesta por pequeños bares con grandes cenadores de madera en los que poder tomar una cerveza bien fresca.

Pero también es posible pasear junto al río, sentarse en su ribera, mojarse los pies y fotografiar las pequeñas esculturas que allí se han colocado, bien saliendo de las paredes o en la orilla. Es la primera señal de que no estamos en un barrio más. Al contrario, es el de los artistas más bohemios, el de las sedes de las ONG más alternativas e incluso un pequeño reducto tibetano en el Báltico. Allí las galerías de arte se suceden con las tiendas de artesanía, las cervecerías y las cafeterías, con menos diseño gráfico formal que en el centro pero mucho encanto.

Pero si hay un punto de Užupis que no puedes perderte es el de la gran pared donde se encuentra su Constitución. Esta ha sido traducida a infinidad de idiomas, existiendo una placa por cada lengua, lo que hace que recorrerla sea casi un juego de Geografía y cultura general. Inglés, armenio, georgiano, ruso, griego, francés... y casi al final, la que muestra los singulares puntos de la misma en castellano.

Algunos son:
5. Todo el mundo tiene derecho a ser único.
10. Todo el mundo tiene el derecho a amar y cuidar de un gato.
12. Un perro tiene derecho a ser un perro.
24. Todo el mundo tiene el derecho a no comprender nada
32. Todo el mundo es responsable de su libertad.
Y así hasta completar los 41.

Fue el 1 de abril de 1997, coincidiendo con el Día de los Inocentes en el mundo anglosajón, cuando este pequeño barrio de Vilna se autodeclaró independiente. Cada aniversario, cierra su acceso por los puentes y el 'Ejército de la República' sella los pasaportes de la gente que quiera cruzar el río y dar una vuelta por el distrito. Allí les recibe una gran estatua de un ángel con trompeta, otro de los símbolos de Užupis. El tiempo que seguirá siendo así está en las manos de los propios lituanos, pues cada vez son más los apartamentos de lujo que se están construyendo, atraídos por el estilo bohemio y moderno.

Pero eso será en el futuro, ahora es el momento de escaparse a Vilna y disfrutar de este 'república' de barrio tan especial. Una posibilidad más fácil que nunca gracias a los vuelos directos que hay entre la capital y España, concretamente Madrid y Barcelona, fletados de forma regular por RyanAir.

Más información:
Turismo de Vilna

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