FRANCIA

Todo lo que puedes ver en una ruta en bici por el Valle del Loira

Viñedos, bosques, campos, el río Loira, pueblos y castillos preciosos.

Valle del Loira

Valle del LoiraPixabay

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Hacer excursiones en bicicleta es un plan fantástico para los días de verano, siempre que se vaya protegido del sol para no sufrir golpes de calor o quemadura. La sensación de descubrir el paisaje mientras se pedalea y la brisa le acaricia a uno la piel, es de lo más placentera. Sobre todo, si los alrededores son tan bellos como en el Valle del Loira.

Hablamos de un destino rodeado de naturaleza, donde la historia y la gastronomía tienen un papel también protagonista. Conocida como 'el jardín de Francia', esta región está formada por más de 800 kilómetros de caminos señalizados para ciclistas. De este modo, siguiendo las rutas, el viajero puede conocer pueblos preciosos y castillos de cuento, además de contemplar paisajes verdes que bien podrían ser estampas de postal.

Valle del Loira
Valle del Loira | Pixabay

Sabemos que todo esto llama mucho tu atención, y puede que ya estés planificando tu próximo viaje. Pues bien, en ese caso sigue leyendo, porque vamos a contarte qué lugares más concretos puedes descubrir en una ruta en bici por el Valle del Loira. Por ejemplo, el castillo de Chambord, del que destacan su arquitectura renacentista y su monumental escalera de doble hélice.

Claro está, como decíamos, esta región posee otros muchos castillos majestuosos. Y muchos de ellos pueden descubrirse en un recorrido en bicicleta. Entre ellos se encuentra el castillo de Chenonceau, que cruza el río Cher, o el castillo de Amboise, que regala unas vistas inmejorables del Loira.

Por lo que hace a los pueblos, los diferentes caminos para ciclistas, que además están adaptados a todos los niveles, pasan por pueblos tan coquetos como Blois y Amboise, ambos con sus respectivos castillos. Sin olvidarnos de la naturaleza y los viñedos de la zona, que son otros de sus mayores reclamos.

Valle del Loira
Valle del Loira | Pixabay

Bosques, campos de cultivos, el río Loira. El paisaje va cambiando a medida que se suceden los kilómetros, de igual modo en que lo hace con el paso de los días. Y es que nada tienen que ver las vistas en verano, con las que hay en primavera, otoño o invierno. En cualquiera de los casos, eso sí, merece mucho la pena hacer el esfuerzo de moverse en bicicleta, porque consideramos que es la mejor manera de conocer esta preciosa zona de Francia.

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