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Europa

Thun, una ciudad con encanto alpino.

Alrededor del lago del mismo nombre se encuentra esta pequeña localidad en el cantón suizo de Berna

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Suiza es uno de los países con paisajes más bonitos del mundo. Entre escenarios alpinos de ensueño, no es de extrañar que haya servido de inspiración para infinidad de libros, películas y obras de arte. No es difícil encontrar pequeños pueblos enclavados entre montañas, con habitantes acogedores y repletos de encanto. Suiza es todo un homenaje a la naturaleza y también un capricho para los viajeros que buscan tranquilidad y calma. La ciudad de Thun está situada en el cantón de Berna y es el principal centro urbano del Oberland bernés. Su ubicación, al lado del lago Thun, le otorga a la ciudad unas vistas excepcionales. Los primeros asentamientos que se conocen en el lugar se remontan a 2.500 años antes de cristo y su imponente castillo, la construcción que más llama la atención de toda su silueta, tiene una torre de defensa que se construyó entre 1180 y 1190. Cualquiera que pase unos días en Thun podrá realizar excursiones a lo largo del lago, acercarse a alguna estación de esquí cercana –como, por ejemplo Aeschi, Goldiwil/Heiligenschwendi, Schwanden/Sigriswil o Heimenschwand- o pasear por su casco urbano. Es una ciudad de pequeño tamaño pero cuyo encanto es inversamente proporcional a sus metros cuadrados. Su casco antiguo es de origen medieval y además de la zona peatonal tiene un castillo y una iglesia imponentes. En invierno las temperaturas descienden considerablemente, pero visitar Thun durante esta época del año tiene toda la gracia del mundo al poder contemplarlo bajo sus intensas nevadas. El casco antiguo está repleto de calles históricas que están compuestas por casas que pertenecieron a miembros de la nobleza y la burguesía El castillo de Spiez es una construcción medieval compuesta por una torre de defensa, una capilla y varias zonas ajardinadas. Su interior se puede visitar para contemplar su salón de fiestas, su impresionante mobiliario de estilo barroco y sus amplias estancias. También muy cerca de Thun están las cuevas de St. Beatus, en las cuales se pueden visitar los ríos subterráneos y las formaciones calcáreas a través de un circuito muy bien iluminado que se ha creado. Aunque, sin duda, la joya de la corona es el lago, alrededor del cual se orquesta toda la vida de la zona. Es un lago alpino con agradables lugares en sus orillas, como merenderos o barcos de paseo que se pueden alquilar durante unas horas para navegar por sus tranquilas aguas. También el lago lo surca un vapor de ruedas que llama la atención de todos los turistas.

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