LA INDIA
Templo de Kailasa: una maravilla esculpida en la roca por una sola pieza en la India
Tallado directamente en una inmensa mole de basalto, cuenta con esculturas esculpidas con unos detalles increíbles.

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Si eres amante de la arquitectura y aprecias hasta los más mínimos detalles de los edificios y monumentos que visitas durante tus viajes, seguramente hayas valorado alguna vez el talento de todas aquellas personas que se dedican o dedicaban a esculpir rocas dando lugar a formas de lo más detalladas. Pues bien, debes saber que en la India hay un templo que no te dejará indiferente, pues está esculpido directamente en la roca, en una sola pieza: el templo de Kailasa.
Para que lo sitúes mejor en el mapa, te diremos que el templo de Kailasa se encuentra en Ellora, en el estado de Maharashtra. Y sin duda, se trata de uno de los templos más increíbles de todo el país, y eso que no tiene pocos.
Dicho esto, podemos hablar más en profundidad sobre él, para que conozcas más en detalle esta proeza arquitectónica del antiguo mundo. Así, para empezar podemos explicarte que forma parte de un conjunto monumental de 34 cuevas sagradas, pero destaca por lo que ya hemos contado: está completamente excavado en una sola roca. Mandado a construir por el rey Rashtrakuta Krishna I en el siglo VIII, el templo de Kailasa se talló desde la cima hacia abajo, haciendo que los trabajadores tuvieran que retirar nada más y nada menos que 200.000 toneladas de roca en el proceso.

De este modo, queda claro que se construyó de una manera muy diferente a la habitual, que era piedra a piedra. Así, dio lugar a una estructura unificada, sin fisuras ni uniones, y cargada de detalles dignos de admirar. En este sentido, cabe resaltar que los artesanos esculpieron techos y suelos, esculturas y pilares, salas y patios. Todo ello, de manera integrada, en la misma mole de basalto.
El resultado fue un santuario dedicado al dios Shiva, lleno de esculturas que representan episodios de algunos de los grandes poemas épicos de la India. Así pues, los muros y los pasillos del templo de Kailasa están decorados con dioses, demonios, elegantes y otras figuras mitológicas. Pero lo mejor es que están tan bien hechos que parece imposible que el modo en que se construyó sea cierto.
Si ahora que conoces todo esto te apetece visitarlo, debes saber que la mejor época para hacerlo es entre octubre y marzo; en estos meses, el clima es más suave. Para llegar, puedes coger directamente un tren o un avión desde Bombay, porque hay muy buena comunicación.
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