Europa
El techo de Europa
Destino la estación del tren cremallera Jungfraujoch. Un mundo sorprendente en el interior de un glaciar
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Las gigantescas montañas Eiger, Mönch y Jungfrau y la lengua glaciar más larga de los Alpes, son uno de los espectáculos naturales más impresionantes del mundo.
Y es posible llegar a estas cimas con el Ferrocarril Jungfrau atravesando las montañas del Eiger y el Mönch. Dos horas de vertiginosa ascensión desde Grindelwald, un pintoresco pueblo alpino suizo, situado a unos 45 minutos de la capital, Berna. Los trenes que suben por paredes y entre acantilados imposibles encajonados entre los picos del Jungfrau, del Mönch y del Eiger. Este ferrocarril, es el más alto de Europa y es obra del ingeniero ginebrino Adolf Guyer Zeller.
En el paso de Kleine Scheidegg, se hace transbordo hasta la estación de Jungfraujoch, o también se puede directamente tomar el tren allí. La estación final es un lugar sorprendente excavado en la roca un laberinto en el interior de la montaña con escaleras, túneles, galerías y andenes. A una altura de 3.454 metros sobre el
nivel del mar, lo que la convierte en la estación de ferrocarril más alta de Europa, y en el punto de encuentro de uno de los lugares más fascinantes de Suiza.
Desde aquí se puede contemplar el origen del glaciar Aletsch, visitar el palacio del hielo o subir todavía 117 metros más para admirar el panorama de 360º desde la terraza del observatorio Sphinx. Situado a 3.571 metros sobre el nivel del mar, el observatorio Sphinx es el edificio construido a mayor altitud en todo el continente europeo. Impresionante el azul del cielo, claro y brillante, las nubes, los glaciares y la cumbre del Jungfrau junto al glaciar Aletschgletscher de 23 kilómetros de extensión. También puedes hacer una excursión de unos 45 minutos hacia el collado del Mönch. Naturaleza, belleza y un entorno que nos acerca a nuestra esencia, la del planeta en el que vivimos. Impactante. Estamos en el corazón de los Alpes.
Entre la pasarela del Sphinx y el Palacio de hielo hay unas pasarelas mecánicas que te transportan por zonas inclinadas, los pequeños van a alucinar. Y desde allí paseas por las grutas en las que se muestra el desarrollo turístico de los Alpes y la historia del Ferrocarril Jungfrau. Con imágenes, iluminación y música. El Palacio de hielo ES un mini laberinto de esculturas de hielo realizadas por artistas japoneses. También se pueden contratar excursiones cortitas en trineos tirados por perros polares, o visitar el observatorio astronómico. Y para coger fuerzas lo mejor es comer en el restaurante mientras disfrutas de unas vistas inigualables. Un paraíso alpino para grandes y pequeños.
El recorrido por las entrañas de la montaña es de unos dos kilómetros. Al Mirador de la Esfinge, el Sphinx se llega desde la pasarela de La Esfinge en 25 segundos con el ascensor más rápido de Suiza. La sala de observación de La Esfinge es de cristal y nos deja ver los glaciares en cualquier condición climática. Cuando el sol brilla el espectáculo cobra una fuerza inusitada. El glaciar Aletsch se encuentra justo a nuestros pies. Con 22 kilómetros de longitud, es el glaciar más largo de los Alpes declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La terraza también ofrece una vista panorámica de 360º desde donde se pueden vislumbrar los países vecinos, Francia, Alemania e Italia.
Los Alpes berneses, con las cumbres más altas de los Alpes suizos el Jungfrau deb4.158 metros, el Mönch de 4.092, el Eiger de 3.970 y el Wetterhorn de 3.701, es uno de los más bellos espectáculos naturales de Europa
Un consejo, mira el parte metereológico antes de subir. Las vistas merecen desplazarse hasta allí en un día claro y soleado en lo posible. Descubre el techo de Europa, un viaje maravilloso para vivir en familia.
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