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Europa

Una sirenita de agua dulce en el lago Ammersee

Herrsching es una pequeña localidad de Baviera. Escaparse allí y navegar durante horas en pequeñas barcas en el nuevo hedonismo.

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No solo Copenhague puede presumir de tener en su orilla a una sirenita. Sí, es la más famosa, pero igual de bonita es la escultura que se encuentra en uno de esos destinos casi desconocidos y que, precisamente por su tranquilidad, se convierten en los más deseados. Nos referimos a Herrsching, un pequeño pueblo del sur de Alemania, en Baviera, que ha convertido al lago Ammersee en el epicentro de diferentes actividades a cuál más relajante. Junto al agua, a pocos pasos de la playa del lago y de un largo embarcadero perfecto para perderse en él durante las puestas de sol, se encuentra la figura en bronce del personaje mitológico, sentada sobre un gran delfín y custodiada a todas horas por las aves que pueblan el lago. Ella ve cómo los bañistas chapotean si el tiempo lo permite, así como cientos de barcas pasean tranquilamente por la zona. Con una superficie de 47 km², el Ammersee es el sexto lago por tamaño de Alemania, con una profundidad máxima de 81 metros. Junto a su vecino Starnberg, es perfecto para navegar y divertirse realizando deportes acuáticos. E incluso los niños se lo pueden pasar genial, ya que se han creado instalaciones en la orilla para que puedan tirarse al agua como si fueran trampolines a diferentes alturas. Un romántico barco a vapor se encarga de cruzar el lago para quienes quieran conocerlo a fondo o dirigirse de Herrsching a Diessen, en la otra orilla. Los que se queden en la primera, además, podrán conocer uno de los castillos más coquetos de Baviera: el Kurparkschlössl, o castillo Pequeño, levantado a finales del siglo XIX con una gran torre obra de Ludwig Scheuermann. Mucho más antiguo, de 1456, es un lugar en el que, al menos, debe caer una cerveza: el Hotel Gasthof zur Post, hogar de la familia noble Von Hundtsberg. A finales del siglo XIX se reconvirtió en centro de Correos y Telégrafos, para, casi 100 años después, convertirse en un hotel boutique y cervecería ajardinada, lo que es ahora. El mejor refugio para un día completo disfrutando de un lago en plena naturaleza.

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